Nada que no sepas

Qué te voy a contar que tú no sepas
de este mundo, Tomasa, en el que vives;
no sabes qué pensar; pensando inhibes
tu pensamiento, y piensas que discrepas.

Si el mundo elogias, con tu elogio increpas
cuanto de cierto a tu razón no adscribes;
con otra vara de medir percibes,
pues como yedra por sofismas trepas.

Debes, mal que te pese, ante este asedio,
saber, tal vez, estarte agradecida
de haber sobrevivido al torpe tedio

porque, a pesar de la verdad mentida,
término tienes, sin embargo, medio
cuando se trata de engañar tu vida.

 

Bueno, es muy difícil y complicado estar de acuerdo con todo mundo, cuando en ocasiones no lo estamos ni con nosotros mismos. bello y reflexivo soneto, como todos los que escribes y compartes, grato haber pasado a leerte y dejar mi humilde huella, saludso.
Alfredo

 

Muy buen soneto Tomasa, un abrazo con la pluma del alma. Buen día

 

Pues nuestra percepción no es perfecta y equivocarnos es inevitable. Profundo soneto que hace evidente la incertidumbre en la que vivimos. Un gusto leerte.

 

Pasaba por aquí, Tomasa, y me he detenido en este excelente soneto. Sus hábiles encabalgamientos y su espléndido remate lo hacen merecedor del mayor de los elogios.

Un cordial saludo, poeta.

 

Me ha encantado pero me he hecho un lío hasta que he enlazado las frases separadas por comas, en los dos tercetos, que, por cierto, están muy bien puestas.

Un placer la lectura de tu maravilloso soneto.

Un abrazo poetisa Tomasa.

 

No es fácil caminar sin engaños. Hermoso poema.
Saludos.

 

Gracias, Alde. Saludos.