Nada se gana.

No creas que siempre vas a tener una opción esperándote.
No confíes en los para siempre, quien más te ama se cansa de esperar nada de ti.
Cuando vuelvas a decir que siempre hay alguien amándote, te equivocas. Porque siempre está el sustituto que se trasforma en el protagonista, donde antes tú creías estar.
No dejes nunca de lado a esa persona que de verdad juraba amor eterno hacia ti, ¿sabes una cosa? Como te cansaste de él, cada vez que enviaba un mensaje. Él se cansó de intentar y no avanzar contigo.
Me pasó, por eso hoy les cuento… Cuando creí que existía peor dolor, conocí la soledad.
Cruda, sincera y de quien menos esperaba. Fui ingenua cuando creí que todo podría ser eterno, pero no.
Acá estoy, sola. Junto con una taza de café y un poco de mí amado Sabina. Extrañándote. Ya te doy por perdido.
Mi equivocación hizo de que me diera cuenta lo valioso que acabo de perder, pero fue necesario. De ahora en más prometo abrir mis ojos a cualquier oportunidad.
Antes de juzgar, voy a tomarme el trabajo de conocer, para no volver a perder. Como te perdí a ti.
Nada se gana si no hay sinceridad, confianza, y conocimiento.
Por mi lágrima, juro que te amaré por el resto de mi vida. Por ser mi profesor en esto del amor.
Y como dijo mi amado Joaquín, “Cuantos besos perdí por no saber decir te necesito”.
No gané, y nunca lo haré sin vos.
Hasta la eternidad querido tesoro.

 

Divinidad de soberbias letras espléndidas, excelente trabajo brillante.