Nada tan sutil

Podemos seguir el camino
pertrechados con nuestros zapatos,
almacenando nuevos y absurdos juegos,
agotados por el malestar
y terriblemente solos.

Hasta pisar la próxima mina...

Nada tan sutil como cada segundo
de nuestra vida, y sin embargo,
navegamos con nuestra delicadeza
por un mar plagado
de deshonestas intenciones.

Y ya sé que, sólo con palabras,
no se arregla el mundo,
ni tampoco el día...

Pero, ¿qué ganamos con callar?​

 

No sé...pero la respuesta a esto es "..sin palabras, gane ó pierda".
Lo lei cinco veces seguidas.

 

Al menos, seamos conscientes...

 

Que ganamos con callar? ganamos que todo siga igual, que todos crean que somos conformistas, que nos den migajas eso ganamos. pero bueno son muy pocos lo que se animan hablar y como somos minoria todo sigue igual. un beso cuidate

 

Quizá no somos tan minoria Soledad... lo que creo que ocurre es que somos sordos a nuestro propio grito inconformista... ¡Si creyéramos en nosotros mismos!

Un beso :::hug:::

 

Es así...como kois en una pecera llena de caimanes, por ejemplo, pero y ¿si no callamos?. ¿Acaso callamos? Quizá es que los caimanes son sordos, quizá es que hablamos bajo, o quizá es que las cosas son como son y nada ni nadie puede cambiarlas....Yo no lo sé, desde luego y perdona el rollo, porque empecé a escribir para decirte que me había gustado tu poema.

Un saludo

 

No es ningún rollo, yo también creo que, de alguna forma, las cosas son como son y sólo tenemos la opción de hacer cambios mínimos, incluso las personas que consideramos decisivas no son verdaderamente decisivas... a veces se habla para darnos cuenta del valor que tienen las cosas, para sentir, para no convertirnos en pura nada...

Besos y gracias por tu visita y tu comentario