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Nanas de la cebolla del poeta Miguel Hernández (Voz Tintero creativo)

Tema en 'Biblioteca de Poetas consagrados en verso libre' comenzado por I.M.S.T., 11 de Enero de 2024. Respuestas: 0 | Visitas: 310

  1. I.M.S.T.

    I.M.S.T. Avanza siempre desde el respeto

    Se incorporó:
    1 de Marzo de 2013
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    La cebolla es escarcha
    cerrada y pobre.
    Escarcha de tus días
    y de mis noches.
    Hambre y cebolla,
    hielo negro y escarcha
    grande y redonda.
    En la cuna del hambre
    mi niño estaba.
    Con sangre de cebolla
    se amamantaba.
    Pero tu sangre,
    escarchaba de azúcar,
    cebolla y hambre.
    Una mujer morena
    resuelta en luna
    se derrama hilo a hilo
    sobre la cuna.
    Ríete, niño,
    que te traigo la luna
    cuando es preciso.
    Alondra de mi casa,
    ríete mucho.
    Es tu risa en tus ojos
    la luz del mundo.
    Ríete tanto
    que mi alma al oírte
    bata el espacio.
    Tu risa me hace libre,
    me pone alas.
    Soledades me quita,
    cárcel me arranca.
    Boca que vuela,
    corazón que en tus labios
    relampaguea.
    Es tu risa la espada
    más victoriosa,
    vencedor de las flores
    y las alondras
    Rival del sol.
    Porvenir de mis huesos
    y de mi amor.
    La carne aleteante,
    súbito el párpado,
    el vivir como nunca
    coloreado.
    ¡Cuánto jilguero
    se remonta, aletea,
    desde tu cuerpo!
    Desperté de ser niño:
    nunca despiertes.
    Triste llevo la boca:
    ríete siempre.
    Siempre en la cuna,
    defendiendo la risa
    pluma por pluma.
    Ser de vuelo tan lato,
    tan extendido,
    que tu carne es el cielo
    recién nacido.
    ¡Si yo pudiera
    remontarme al origen
    de tu carrera!
    Al octavo mes ríes
    con cinco azahares.
    Con cinco diminutas
    ferocidades.
    Con cinco dientes
    como cinco jazmines
    adolescentes.
    Frontera de los besos
    serán mañana,
    cuando en la dentadura
    sientas un arma.
    Sientas un fuego
    correr dientes abajo
    buscando el centro.
    Vuela niño en la doble
    luna del pecho:
    él, triste de cebolla,
    tú, satisfecho.
    No te derrumbes.
    No sepas lo que pasa ni
    lo que ocurre.​
     
    #1
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