Navaja.

Cälida calma.
Se apaga el dïa.
Susurro de esperanza...

Aturdidos pensares,por desenlaces envenenados....
Crecientes de fuerza,empuje de desvaneceres emborrachado...

Anhelo de AMOR,
ruge al rescate el ron.
Despechado por la incertidumbre,
despechado por la herrumbre,
despechado de ilusiön,
destetado del amor.

Busco arriba y hablo con Dios.
Busco abajo y responde mi dolor.

Hayo en mi,la huella del olvido,
la del marginado,la del abandonado,el oprimido...
Duele tanto el hallazgo de mi destino.

Rio salvaje,
herida por siempre sangrante.
Peor aun es el saber
que mi prole de ella ha de beber.
LLoro,imploro y vuelvo a llorar.

 

Hay un dicho mexicano que tal vez no viene al caso, pero me nace colocarlo después de tu doloroso poema:
"Sólo los Guajolotes mueren en la víspera"
Sé feliz!!!
Vaga por ese río salvaje pero amanece SANO y fuerte...

 

Gracias,mas aun mi respiración duele.Gracias por su cortesía.