Nave para todos los diluvios

Jorge Lemoine y Bosshardt · 17 de Abril de 2012

Pincoya, amiga mía querida de mi corazón, compañera generosa, gracias amiga querida, muchas gracias.

Chrix · 26 de Julio de 2012

Jorge Lemoine y Bosshardt dijo: ↑

Como un desaforado labriego
enterré mis palas en los surcos
de este cuaderno.
He ido despejando el cardo
peinando la tierra
la encía fecunda
la cabellera vacía
soplando en la fragua del delirio
hasta hacer saltar la espiga.
Éste es mi pan
mi harina enamorada
mi sudor de anhelos que te buscan
mujer ecuatorial
templo definitivo
altar de la fertilidad
A veces el silencio
a veces ciertas fotos viejas
arqueológicos naufragios
como sarmientos
mordían el arado infatigable
de mi lengua.
Esta siembra insucumbible
no teme la agresión de la pezuña
pueden invadirla los dientes del olvido
puede intentarla el fuego y el rumbo
lóbrego del pus
no hay silencio para el verso escrito
si ha pasado por tus ojos
por la siega de tu mente
por la molienda vigilante de tu alma.
Yo no quiero tener nombre de poeta
prefiero llamarme jardinero
pastor de rosas
timonel de savia
No hay en estas húmedas colinas
de papel, una sola piedra de aridez,
El sumergido mineral es todo de campanas.
No hay un solo fusil bajo la tierra
porque éste es mi prado de amor
mi arsenal de palomas
para tus ojos y tu sonrisa.
Ahora bien, mi pequeño horizonte
Amiga de mis horas lejanas
Es posible que los cuervos
del tiempo, los gusanos
tenebrosos que a veces
tenemos en el subsuelo de nuestra
memoria, pasen
a dimitirnos, a esparcirnos, a disipar
la semilla a barrernos con uñas
de huracán enfurecido.
Es posible que se desaten de
lejanas cumbres, desde destejida
nieve de recuerdos, algunos rostros
que traemos puestos, y que el agua
turbia del hastío alague nuestros
campos de besos y de veneración
trasnochada. Por ésas y por todas
las otras muertes posibles que
podrían sumergirnos yo quiero
dejar un dolmen eterno
para todas las expediciones
para todos los testimonios
para obligar los astros perezosos;
y ese monumento indemolible
lleva nuestros nombres y el del amor
en este cuaderno que es una
nave para todos los diluvios.
Así, tal vez para siempre
el talón de la atmósfera
será una lámpara custodia
para que no se nos echen encima
las escobas de la nada y nos sumerjan.

JORGE LEMOINE Y BOSSHARDT
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Un poeta dejando huellas profunda, un ser humano haciendo brillar el fruto de su sentir, dejando escapar todo los talentos, para que dejarlos preso Jorge? Escapan, y en libertad absoluta dejan sus mas preciadas pistas! Excelso poema, magnifico!

Jorge Lemoine y Bosshardt · 26 de Julio de 2012

Chrix, amigo mío querido de mi corazón, compañero generoso, gracias amigo querido, muchas gracias.

Ricardo José Lascano · 4 de Agosto de 2012

Una joya literaria de un gran poeta. Por estos trabajos te he seguido. En la cancha se ven los pingos como decimos.

Saludito.

espino-za · 4 de Agosto de 2012

Todo un espectáculo de letras, salve, maestro!!!

Jorge Lemoine y Bosshardt · 5 de Agosto de 2012

Ricardo, Ricardo José, amigo mío querido de mi corazón, compañero generoso, gracias amigo querido, muchas gracias.

Jorge Lemoine y Bosshardt · 6 de Agosto de 2012

Espinoza, amigo mío querido de mi corazón, compañero generoso, gracias amigo querido, muchas gracias.

yomboki · 6 de Agosto de 2012

Jorge Lemoine y Bosshardt dijo: ↑

Como un desaforado labriego
enterré mis palas en los surcos
de este cuaderno.
He ido despejando el cardo
peinando la tierra
la encía fecunda
la cabellera vacía
soplando en la fragua del delirio
hasta hacer saltar la espiga.
Éste es mi pan
mi harina enamorada
mi sudor de anhelos que te buscan
mujer ecuatorial
templo definitivo
altar de la fertilidad
A veces el silencio
a veces ciertas fotos viejas
arqueológicos naufragios
como sarmientos
mordían el arado infatigable
de mi lengua.
Esta siembra insucumbible
no teme la agresión de la pezuña
pueden invadirla los dientes del olvido
puede intentarla el fuego y el rumbo
lóbrego del pus
no hay silencio para el verso escrito
si ha pasado por tus ojos
por la siega de tu mente
por la molienda vigilante de tu alma.
Yo no quiero tener nombre de poeta
prefiero llamarme jardinero
pastor de rosas
timonel de savia
No hay en estas húmedas colinas
de papel, una sola piedra de aridez,
El sumergido mineral es todo de campanas.
No hay un solo fusil bajo la tierra
porque éste es mi prado de amor
mi arsenal de palomas
para tus ojos y tu sonrisa.
Ahora bien, mi pequeño horizonte
Amiga de mis horas lejanas
Es posible que los cuervos
del tiempo, los gusanos
tenebrosos que a veces
tenemos en el subsuelo de nuestra
memoria, pasen
a dimitirnos, a esparcirnos, a disipar
la semilla a barrernos con uñas
de huracán enfurecido.
Es posible que se desaten de
lejanas cumbres, desde destejida
nieve de recuerdos, algunos rostros
que traemos puestos, y que el agua
turbia del hastío alague nuestros
campos de besos y de veneración
trasnochada. Por ésas y por todas
las otras muertes posibles que
podrían sumergirnos yo quiero
dejar un dolmen eterno
para todas las expediciones
para todos los testimonios
para obligar los astros perezosos;
y ese monumento indemolible
lleva nuestros nombres y el del amor
en este cuaderno que es una
nave para todos los diluvios.
Así, tal vez para siempre
el talón de la atmósfera
será una lámpara custodia
para que no se nos echen encima
las escobas de la nada y nos sumerjan.

JORGE LEMOINE Y BOSSHARDT
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Maestro, que honor y que maravilla es hundirse en sus bellas maneras de decir...maravilloso, magnifico, magnifico, maravilloso, magnifico, mara...

saludos

Jorge Lemoine y Bosshardt · 6 de Agosto de 2012

Yomboki, amigo mío querido de mi corazón, compañero generoso, gracias amigo querido, muchas gracias.

Mary C. López · 16 de Agosto de 2012

Q manera de hacer grande tu poesía, ella como centro de todas tus emociones, bien logrado, un beso.

Jorge Lemoine y Bosshardt · 16 de Agosto de 2012

Mary C. López, amiga mía querida de mi corazón, compañera generosa, gracias amiga querida, muchas gracias.

Jorge Lemoine y Bosshardt · 17 de Agosto de 2012

Se terminó, Julia, no hay más.

Misael · 17 de Agosto de 2012

Jorge Lemoine y Bosshardt dijo: ↑

Como un desaforado labriego
enterré mis palas en los surcos
de este cuaderno.
He ido despejando el cardo
peinando la tierra
la encía fecunda
la cabellera vacía
soplando en la fragua del delirio
hasta hacer saltar la espiga.
Éste es mi pan
mi harina enamorada
mi sudor de anhelos que te buscan
mujer ecuatorial
templo definitivo
altar de la fertilidad
A veces el silencio
a veces ciertas fotos viejas
arqueológicos naufragios
como sarmientos
mordían el arado infatigable
de mi lengua.
Esta siembra insucumbible
no teme la agresión de la pezuña
pueden invadirla los dientes del olvido
puede intentarla el fuego y el rumbo
lóbrego del pus
no hay silencio para el verso escrito
si ha pasado por tus ojos
por la siega de tu mente
por la molienda vigilante de tu alma.
Yo no quiero tener nombre de poeta
prefiero llamarme jardinero
pastor de rosas
timonel de savia
No hay en estas húmedas colinas
de papel, una sola piedra de aridez,
El sumergido mineral es todo de campanas.
No hay un solo fusil bajo la tierra
porque éste es mi prado de amor
mi arsenal de palomas
para tus ojos y tu sonrisa.
Ahora bien, mi pequeño horizonte
Amiga de mis horas lejanas
Es posible que los cuervos
del tiempo, los gusanos
tenebrosos que a veces
tenemos en el subsuelo de nuestra
memoria, pasen
a dimitirnos, a esparcirnos, a disipar
la semilla a barrernos con uñas
de huracán enfurecido.
Es posible que se desaten de
lejanas cumbres, desde destejida
nieve de recuerdos, algunos rostros
que traemos puestos, y que el agua
turbia del hastío alague nuestros
campos de besos y de veneración
trasnochada. Por ésas y por todas
las otras muertes posibles que
podrían sumergirnos yo quiero
dejar un dolmen eterno
para todas las expediciones
para todos los testimonios
para obligar los astros perezosos;
y ese monumento indemolible
lleva nuestros nombres y el del amor
en este cuaderno que es una
nave para todos los diluvios.
Así, tal vez para siempre
el talón de la atmósfera
será una lámpara custodia
para que no se nos echen encima
las escobas de la nada y nos sumerjan.

JORGE LEMOINE Y BOSSHARDT
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¡Oh! Jorge siempre quedo embelesado en tu escritos, siempre me enamoro de tus palabras
hoy me quedo con estas líneas amigo:
no hay silencio para el verso escrito
si ha pasado por tus ojos
por la siega de tu mente
por la molienda vigilante de tu alma.

Son simplemente encantadoras.
Saludos cordiales, estrellas y abrazos desde mi amada Venezuela.

Jorge Lemoine y Bosshardt · 17 de Agosto de 2012

Elmenor, amigo mío querido de mi corazón, compañero generoso, gracias amigo querido, muchas gracias.

Ricardo José Lascano · 5 de Diciembre de 2012

Impresionante y extraordinaria obra poética. El Poeta.

EFRAIN GALDAMEZ · 5 de Diciembre de 2012

La exelencia siempre en tus letras placer saludarte mi amigo un abrazo y estrellas...

Juno · 6 de Diciembre de 2012

grandioso Jorge,
un beso y millones de estrellas
Eva

Jorge Lemoine y Bosshardt · 6 de Diciembre de 2012

Empiezo de nuevo.

Sube para su lectura.

Permiso Julita.

alicia Pérez Hernández · 6 de Diciembre de 2012

Mi bello amigo Jorge yo me iría en tu nave
antes de que empiece el diluvio
porque tus versos son la nave de todas las emociones al leerte!!!
abrazos y saludos todos

Ricardo José Lascano · 6 de Diciembre de 2012

Vuelvo. Maravillosa, imponente, pura, extraordinaria obra de poesía única. Un camino nítido a las vertientes de la nueva expresión.

PINCOYA · 6 de Diciembre de 2012

Jorge Lemoine y Bosshardt dijo: ↑

Como un desaforado labriego
enterré mis palas en los surcos
de este cuaderno.
He ido despejando el cardo
peinando la tierra
la encía fecunda
la cabellera vacía
soplando en la fragua del delirio
hasta hacer saltar la espiga.
Éste es mi pan
mi harina enamorada
mi sudor de anhelos que te buscan
mujer ecuatorial
templo definitivo
altar de la fertilidad
A veces el silencio
a veces ciertas fotos viejas
arqueológicos naufragios
como sarmientos
mordían el arado infatigable
de mi lengua.
Esta siembra insucumbible
no teme la agresión de la pezuña
pueden invadirla los dientes del olvido
puede intentarla el fuego y el rumbo
lóbrego del pus
no hay silencio para el verso escrito
si ha pasado por tus ojos
por la siega de tu mente
por la molienda vigilante de tu alma.
Yo no quiero tener nombre de poeta
prefiero llamarme jardinero
pastor de rosas
timonel de savia
No hay en estas húmedas colinas
de papel, una sola piedra de aridez,
El sumergido mineral es todo de campanas.
No hay un solo fusil bajo la tierra
porque éste es mi prado de amor
mi arsenal de palomas
para tus ojos y tu sonrisa.
Ahora bien, mi pequeño horizonte
amiga de mis horas lejanas
Es posible que los cuervos
del tiempo, los gusanos
tenebrosos que a veces
tenemos en el subsuelo de nuestra
memoria, pasen
a dimitirnos, a esparcirnos, a disipar
la semilla a barrernos con uñas
de huracán enfurecido.
Es posible que se desaten de
lejanas cumbres, desde destejida
nieve de recuerdos, algunos rostros
que traemos puestos, y que el agua
turbia del hastío alague nuestros
campos de besos y de veneración
trasnochada. Por ésas y por todas
las otras muertes posibles que
podrían sumergirnos yo quiero
dejar un dolmen eterno
para todas las expediciones
para todos los testimonios
para obligar los astros perezosos;
y ese monumento indemolible
lleva nuestros nombres y el del amor
en este cuaderno que es una
nave para todos los diluvios.
Así, tal vez para siempre
el talón de la atmósfera
será una lámpara custodia
para que no se nos echen encima
las escobas de la nada y nos sumerjan.

JORGE LEMOINE Y BOSSHARDT
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Todo esto y mucho más, tus letras siempre son un regalo al alma, te amodorooooooooooo al infiito y más allá...

Yo no quiero tener nombre de poeta
prefiero llamarme jardinero
pastor de rosas
timonel de savia

elpoetaartesano · 6 de Diciembre de 2012

Una poesía muy especial la tuya Jorge, las metáforas van preñadas de sentimientos y experiencias, cosecha de vivencias y sentires que amasas y de las que te alimentas. Profundas palabras de gran belleza, desde luego que no hay aridez jardinero, pastor de rosas, timonel de savia, me encanta esto !!!!!! Un abrazo amigo.

XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXX a la genialidad poética.

Jorge Lemoine y Bosshardt · 6 de Diciembre de 2012

Ludmila, amiga mía querida de mi corazón, compañera generosa, gracias amiga querida, muchas gracias.

Jorge Lemoine y Bosshardt · 6 de Diciembre de 2012

Alicia, amiga mía querida de mi corazón, compañera generosa, gracias amiga querida, muchas gracias.

Misael · 6 de Diciembre de 2012

Jorge Lemoine y Bosshardt dijo: ↑

Como un desaforado labriego
enterré mis palas en los surcos
de este cuaderno.
He ido despejando el cardo
peinando la tierra
la encía fecunda
la cabellera vacía
soplando en la fragua del delirio
hasta hacer saltar la espiga.
Éste es mi pan
mi harina enamorada
mi sudor de anhelos que te buscan
mujer ecuatorial
templo definitivo
altar de la fertilidad
A veces el silencio
a veces ciertas fotos viejas
arqueológicos naufragios
como sarmientos
mordían el arado infatigable
de mi lengua.
Esta siembra insucumbible
no teme la agresión de la pezuña
pueden invadirla los dientes del olvido
puede intentarla el fuego y el rumbo
lóbrego del pus
no hay silencio para el verso escrito
si ha pasado por tus ojos
por la siega de tu mente
por la molienda vigilante de tu alma.
Yo no quiero tener nombre de poeta
prefiero llamarme jardinero
pastor de rosas
timonel de savia
No hay en estas húmedas colinas
de papel, una sola piedra de aridez,
El sumergido mineral es todo de campanas.
No hay un solo fusil bajo la tierra
porque éste es mi prado de amor
mi arsenal de palomas
para tus ojos y tu sonrisa.
Ahora bien, mi pequeño horizonte
amiga de mis horas lejanas
Es posible que los cuervos
del tiempo, los gusanos
tenebrosos que a veces
tenemos en el subsuelo de nuestra
memoria, pasen
a dimitirnos, a esparcirnos, a disipar
la semilla a barrernos con uñas
de huracán enfurecido.
Es posible que se desaten de
lejanas cumbres, desde destejida
nieve de recuerdos, algunos rostros
que traemos puestos, y que el agua
turbia del hastío alague nuestros
campos de besos y de veneración
trasnochada. Por ésas y por todas
las otras muertes posibles que
podrían sumergirnos yo quiero
dejar un dolmen eterno
para todas las expediciones
para todos los testimonios
para obligar los astros perezosos;
y ese monumento indemolible
lleva nuestros nombres y el del amor
en este cuaderno que es una
nave para todos los diluvios.
Así, tal vez para siempre
el talón de la atmósfera
será una lámpara custodia
para que no se nos echen encima
las escobas de la nada y nos sumerjan.

JORGE LEMOINE Y BOSSHARDT
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Hermoso, esplendido, un preciosura de versos, es un honor navegar el mar de tus palabras amigo Jorge.
Saludos cordiales, abrazos.

fayfol · 6 de Diciembre de 2012

Majestuosidad pura y dura =) que placer leerlo!!

Nancysant · 6 de Diciembre de 2012

Bellas imágenes que disfruto con calidez porque tu poesía es siempre bella con todos los sentidos...siempre es grato pasar amigo querido, un abrazo grande.

Jorge Lemoine y Bosshardt · 7 de Diciembre de 2012

Susi, amiga mía querida de mi corazón, compañera generosa, gracias amiga querida, muchas gracias.

Dennisse · 7 de Diciembre de 2012

letras para navegar en el amor
abrazos
Denn

Lourdes C · 7 de Diciembre de 2012

Hermoso poema Jorge!!! Me ha encantado. Hermosas lineas Jorge.

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