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NAVIDAD ALDEANA

Tema en 'Poemas Generales' comenzado por adolfo vilatte l., 27 de Noviembre de 2014. Respuestas: 0 | Visitas: 252

  1. adolfo vilatte l.

    adolfo vilatte l. Poeta recién llegado

    Se incorporó:
    14 de Junio de 2011
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    La aldea está en la falda de una sierra,
    sobre un valle plantado de manzanos,
    que a pesar de la nieve que los cubre,
    se adivinan soberbios y lozanos.

    Surcando el valle, una corriente clara
    que no alcanzó la escarcha a detener,
    va murmurando una canción de invierno;
    queja triste de un triste atardecer.

    Sobre el arroyo un puente está tendido,
    hecho de viejos troncos y de leños.
    donde pasan sus carros y sus yuntas,
    para ir a la labor los lugareños.

    Reina solemne paz en ese valle;
    sencilla paz que hace la vida bella,
    que forma el corazón valiente y bueno
    y donde no hallan los engaños huella.

    Más arriba los altos Pirineos
    como un dosel de rústica hermosura
    hacen de aquel lugar un santuario
    que eleva el alma y la conserva pura.

    Es noche buena y hace mucho frío,
    la nieve blanca cae muy lentamente
    sobre el valle, la sierra y los manzanos,
    cubriendo la aldea y el viejo puente.

    Los techos de las casas están blancos;
    sentados a la lumbre del hogar,
    los chiquillos escuchan del abuelo
    un cuento de Melchor, Gaspar y Baltasar.

    Y sueñan con espléndidos juguetes
    que han de traer los buenos magos
    esos reyes que viajan con camellos
    por mares por tierras y por lagos.

    ¿Quién no soñó como ellos con reyes
    en esa edad risueña de la infancia
    cuando todo es amor e inocencia
    en esa época de flores y fragancias.

    ¡Oh paz solemne de la triste aldea
    donde viven los pobres lugareños
    sin ambición, sin lujos y contentos
    de ver arder, en el hogar, sus leños;

    Allí no hay ruido, brillo ni opulencia;
    en esa paz no hay rico ni mendigo;
    pero sí, en cambio, en cada hogar se goza
    de amor, de lumbre, pan y tibio abrigo.

    No piden más, con eso se conforman;
    jamás anhelan perlas ni brillantes;
    piden a Dios que llenen sus graneros
    con oro de cosechas abundantes.

    Y allí cerca de Dios y de su gracia,
    fervientes cumplidores del deber
    ponen más fé en la plegaria pura,
    que su alma reza en cada atardecer.

    Así esperan los pobres lugareños
    la hora solemne en que nació Jesús
    que fue hora de redención sublime
    consagrada apoteosis de la Cruz.
    .........................................................
    adolfo vilatte lavigne
    Azul, diciembre de 1929
     
    #1
    Última modificación: 29 de Noviembre de 2014

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