Navidad en el tiempo

No había puesto para ellos en la posada,
la noche oscura apareció del cielo iluminada,
los mansos rebaños sobre el césped recostados,
los pastores, la estrella observaban asombrados.

Los ángeles del cielo en coro cantaban,
el nacimiento del Niño Dios anunciaban.
No fue en la sala de fiestas la celebración,
a un humilde establo fue la invitación.​

Presentes en el prodigioso evento,
un buey y un asno, su cálido aliento
sobre el Divino Niño exhalaban.
Con ternura María y José contemplaban

a su tierno Niño sobre paja recostado,
con cálidas mantas arropado.
Humildes y sencillos se acercaban los pastores,
del Hijo de Dios los primeros adoradores.​

“A Dios gloria y paz en la tierra”, el Ángel anunciaba
y su mensaje al mundo entero llegaba.
Los tres sabios del lejano Oriente
la luz siguieron de la estrella reluciente.

Ante el Niño Dios de rodillas se acercaron
y con fe sincera, reverentes adoraron.
Del celestial llamado agradecidos
sus dones ofrecieron complacidos.​

Oro, incienso y mirra del Oriente lejano
ofrecieron al tierno Niño Divino y Humano.
El oro de la adoración,
el incienso de la oración,

la mirra de la humana condición.
Abierto el camino de la salvación,
la luz venció la oscuridad
y el ser humano la soledad.​

 

Un hermoso poema ha sido un placer leerle
abrazos de colores en la distancia,

 

Gracias Guadalupe por tu mensaje. Sirvan mis sencillos versos para desearte también una Feliz Navidad. Un abrazo.