Navideño.

¿ Por qué soy una boñiga de vaca ?
¿ Por qué estiércol ? Una bola de caca.
¿ Por qué un idiota ? O un hijo de la gran puta...
Seguramente, equivoqué, en el camino evolutivo, mi ruta.





Debo empezar de nuevo, para ver si acabo siendo un santo, que es mi verdadera misión.


Game Over ( fin del juego ), dijo la pantalla de los juegos recreativos.
Apagué la vídeo-consola y me puse a estudiar.
Muchos exámenes tenía pendientes, por aprobar.
Y así, las asignaturas que yo odiaba, de repente, me sonrieron.


Con mucho esfuerzo, conseguí que los Reyes Magos de Oriente, buenos regalos me trajeran.


Amé la Navidad.
Me hice familiar y hogareño.
Procuré nunca más, fruncir el ceño.
Ni enojo, ni risa...


Para no reírme de nadie, en su cara.

 

Ufff por ahí no, please. Levanta.
Creo que necesitas dejar atrás una lucha interna. Y que por momentos lo estás consiguiendo, para mí no en este poema. Pero mucho ánimo y valor y arrojo, y al toro. Aquí me tienes.

 

Ves..? todo esfuerzo, tiene su recompensa..

 

¡ Gracias, amigos, por comentar !
La Navidad es lo mejor del año.
Y me gusta prolongarla, durante meses.
Es un sentimiento de pertenencia al hogar.
Merced al cuál, pasamos a ser ángeles caminantes.
No necesariamente, dominantes.
Si bien es cierto, los fuertes acaban dominando. Según escribió el rey Salomón.
Pero con todo, más vale maña que fuerza.