Necesitamos sentir

Instinto de un perro, en la mente naufragan sentimientos extremos,
dolores sin dueño, solo verbos que lastiman cada vez más,
en el interior se multiplican todos los cambios externos,
mi amor no tiene dueña, pero como quisiera poder amar.

Palabras mal escritas van tornando equívoca a mi decisión,
un teléfono que llama y nadie responde del otro lado,
mientras tanto mirando un viejo cristo colgado en mi habitación,
voy contando sus bolillas que cubren media pared, pero nada inspiran.

Libros empolvados, señales de un pensamiento corto ante demás escrituras,
porros apagados tirados bajo la cama, los junto y me largo a fumar los recuerdos,
música de fondo en la pared que rebota , hace como que esas palabras sean las mías,
y aquí sólo en casa, sigo perdido por la demora de un efecto que aun no llega.

En la espera de avances voy quedando antiguo, y el mundo se me enfrenta,
te extraño demasiado y el tiempo ya quiere dejarme marcas,
mal afeitado, voy como un muerto hacia donde pago para tocar una teta,
voy olvidando tu nombre con droga para poder borrar las penas.

Es muy feo sentir que a veces no somos tan independientes como queremos,
es feo sentir que necesitamos esas cosas que tanto nos hacen sufrir,
a veces sirven para darnos cuenta que algo de humanos tenemos,
y que todo el dolor causado por cosas subjetivas es lo que más nos enseña a vivir.

Pienso en que cuando no se cree en cosas espirituales, necesitamos igualmente algo sentir,
y así creamos historias de las que sabemos que quedaremos mal parados ante todo,
para así poder entender muchas cosas que en la mente se van inventando sin sentido,
sin decir la verdad de que el dolor para nosotros hasta quizás sea de morbo.