Negro y blanco

En la sala impecable y discreta
de un sutil palacete olvidado
un soberbio y gran piano de cola
se refleja en el piso de mármol
las cortinas que llegan al suelo
tiñen toda la alcoba de blanco
y un barroco balcón lo separa
de la eterna Avenida de Mayo.

Un gran paño de gris terciopelo
lo guarece del aire profano
sus aristas agudas y sobrias
me figuran un sable afilado
yo quisiera tocarlo y pudiera
si no fuera un recinto privado
pero hay algo en sus curvas sublimes
que acaricio cual tempano helado

Pareciera elevarse del suelo
respetuosas tiritan mis manos
me intimidan sus cuerdas tenaces
como un arco de bronce tensado
el marfil de sus teclas pulidas
en la negra madera se esparce
como un lobo corriendo en la nieve
los colmillos lamiendo en sus fauces

Doce guardias custodian ufanos
la mansión de otro siglo heredada
mientras trabo por dentro las puertas
temerario me encierro en la sala
por que un niño soñó tantas noches
que entre notas corcheas y escalas
se sentaba ante un piano prohibido
y tocaba una dulce sonata.


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Excelentes octavas asonantadas, estimado Danimub,
tienen mi APTO;
un saludo cordial,
edelabarra

 

Gracias, estoy muy contento!!