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New York, New York

Tema en 'Poesía Cómica, sarcástica (sainetes y otros)' comenzado por Orfelunio, 18 de Mayo de 2009. Respuestas: 0 | Visitas: 751

  1. Orfelunio

    Orfelunio Poeta veterano en el portal

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    New York, New York



    New York, 3 de diciembre de 2364, 00h 25 minutos, el Bhagavad está a punto de llegar. La muchedumbre se agolpa, mejor aún, se amontona alrededor del árbol milenario. El magnetorril se deja oír y todo el mundo está expectante. Los hay con tapa rabos, otros sólo con los rabos, y otros, cubiertos hasta las cejas, por no enseñar no enseñan ni las orejas. Algunas madres dan de mamar a sus hijos, los hay que con el ojo avizor, a la vista de tantos sufijos, se les cae la baba de ver tanta succión.

    Me llamo Alí, y soy de los de antes, como ya apuntaba, en los Himalayas me cae la baba, al observar a los infantes. Parado el magnetorril, cuatro filigranas extendieron roja alfombra, y en un acto servil, gritaron sin nombre ni forma. Equívoco en la llegada y la muchedumbre aplastada. ¡No es por esta!, la alfombra mal puesta, al ser por la siniestra.

    Incertidumbre en la estación, todos impacientes, de algunos largos los dientes por el ojo avizor. Apareció Bhagavad con su barba y bigote, con su turbante azul en el cogote, en la alfombra tropezando, a lo loco, quien saludó saludando, pero poco. Muchos quisieron verlo, saber querían si era calvo, y no tuvieron más remedio, que subirse a lo alto del árbol. De pronto se oyó una explosión, y como Antón pirulero, el árbol milenario cayó. El turbante por los suelos, a la vista el calvo gachó, del ojo avizor y de ellos. ¡Bhagavad!, -dijeron-. ¡Gita!, -respondió- no me toques. El otro gitó, que sin turbante ni retoques, soy como ojo avizor. Quedó la muchedumbre en silencio. ¿Abdu'l-Bahá?, -preguntó Bhagavad-. Alguien dijo: “del árbol ya bajó”. ¡Ayurna!, -exclamó-. Ya lo hago mi señor. No, no, que vengo por la votación. Ya votaron sí señor. ¡¿Cómo?!, ¿votaron antes que yo?... Por Brahmaputra, Bhagavad, ¡cuando el árbol cayó!

    La música se puso en marcha, tocaron por bulerías y recitaron algún que otro mantra. Bhagavad dio un toque de atención: "Soy brahmán opulento y despótico, si digo que pobre y abnegado despotrico". Prefiere usted un Sidanta veda, ¿no es así señor?. Vedá es lo que has dicho, franca observación, estamos en occidiente, ¡que suene la música!. Y la música sonó, el andén en silencio, en meditación, excepto los del ojo avizor, que sorprendidos por los infantes mamones, al escuchar la voz inconfundible, dejaron sus labores, y gritaron: ¡Señores!, esto es ¡New York, New York!

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    Un saludo
     
    #1

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