Ni flores ni pinzas

La lluvia cae sobre las baldosas de mi terraza
y yo miro por la ventana con unos ojos pequeños
y achicados
por no ser capaz de ver nada poético
en esas gotas.
es como si me tuvieran que inspirar
por narices
y yo debiera ser capaz de inspirarme
con todo
lo que me rodea.
pero no.

Esas situaciones en las que te sientes
dotado con una polla en continua flacidez
y con una cabeza
con las medidas perfectas
para poner un sombrero de Cowboy
y poco más.
momentos aterradores en los que sólo
puedes centrarte en lo despejada que está
tu mente, pero no quieres
descansar ni meditar
ni decir oooommm
en posición india sobre la alfombra
de tu cuarto de baño.
deseas vomitar por hacer algo
cagar aguachirri por hacer algo
depilarte las piernas con unas pinzas
sólo por hacer algo.
haría de todo, menos escribir,
porque ese ALGO,
en mis manos,
es nada.

que tal vez mi vida haya sido un simple film
de cine independiente.
que esto a lo mejor no es lo mío
y
lo mío debe ser una pantomima en
la que
yo sea el títere y el resto los
titiriteros.
Un pinocho en busca de una cerilla.

Siempre, siempre, siempre, siempre
siempre
SiemPre, SiEmPrE,
imaginando como sería mi futuro,
a la espera de flores cuando
me puedo dar con un canto
en los dientes
si se me arrima una abeja.

esos momentos en los que oprimes
tu cabeza
sobre el escritorio, deseando
que alguien remate la faena.
momentos, como el de ahora,
en los que me siento un idiota
por escribir un poema
sobre mi incapacidad para escribir
un poema.