Nicolas

Te miro de reojo.
Me gusta observar tu vientre,
dentro de él crece una personita
y yo voy a formar parte de su vida.
¡Que momento tan bello!
Quiero hablarle,
que sepa que no podría estar mejor protegido.
Decirle que su mamá es la mujer con más coraje,
que ha logrado muchas y muy buenas cosas en esta vida
por ser una luchadora constante.
Quiero contarle que mi hermana pequeña
de pequeña no tiene nada,
que es la mujer más grande
que jamás conocerá.
No me canso de mirarte.
¿Qué sientes?
A mi me desbordan las emociones,
me pongo nostálgica
y recuerdo cuando eramos unas niñas,
y de repente, casi sin querer,
se ha marchado aquella niña
y aparece la mujer.
Pero aún cuando pase todo el tiempo del mundo,
siempre caminaré a tu lado,
cuando lo necesites cogeré tu mano
y siempre tendré una sonrisa para ti.
Vuelvo a mirarte.
En mi cara se dibuja,
casi sin darme cuenta, una sonrisa,
porque se que serás una gran madre
y que ese niño que esperas
te dará las mayores alegrías ...
¿Recuerdas el famoso brindis?
"Que la felicidad nos envidie"
No necesito brindar más por eso:
Con seguridad
HOY LA FELICIDAD ME ENVIDIA.​

 

Gracias mi querida poetisa por tan maravilloso poema. Que seas muy feliz con el nuevo ser que va a formar parte de tu vida. Gracias por este regalo cargado de sensibilidad. Haces gala en tu poema de un léxico rico y depurado. Un beso.