Nirvana y José Luis Perales-.

Debo de ser gilipollas; antes me emocionaba con Nirvana, y ahora me estremezco escuchando a Manu Carrasco- ¡ojo! no tengo nada en contra de ninguno de lo dos-. El caso es que acabo de escuchar, insisto, una canción nada despreciable, de éste último, titulada ''Espera un momento''-. Y, la verdad, solo puedo añadir loas y alabanzas, todas de tipo mayúsculo y excepcional, que, por razones obvias de pudor sentimental, o anti sentimental, como prefieran, omito. No es que haya sido yo siempre así, es decir, experto en funciones teatrales de carácter masivo, estilo Julio Iglesias, Beyoncé, o Alejandro Sanz. Yo era más de la clase perdida: y con esto aludo realmente al hecho de que mi vida en las aulas consistía esencialmente en perderme por sus laberínticos pasillos académicos. Como fácilmente comprenderán, tuve que esmerarme en buscar otra serie de mitos musicales en los que depositar toda mi fe y mi esperanza de bondad y de cambio en el mundo. Y ahora, es a lo que iba, me veo conforme relativamente, escuchando música melódica como el que más, y emocionándome de forma sincera con sus intérpretes. Esforzándome un poco veo que no he cambiado en lo sustancial, es decir, que de Perales a Manu Carrasco, pasando por Nirvana, y Bon Jovi, la emoción sigue siendo la misma: buenas vibraciones....