No aplaudas a tu hijo

No aplaudas a tu hijo


Hay quien es en la vida

como bebé de brazos

y siempre como aquel

busca el calor humano.


Hay quien es como aquel

que ya solo y anciano

se consuela al calor

del sol en su regazo.


Y hay quien loco payaso

quebrado en su dolor

buscando sin timón

calor en un aplauso.


Por eso por su bien

no aplaudas a tu hijo

ni cuando meta un gol

ni cuando saque un diez.


Y dale un beso enorme

sin loas, sin aplausos

cuando dé la pelota,

cuando ayude al de al lado.


Que no es circo la vida

ni calor da el aplauso

y devienen en monstruos

los que viven buscándolo.


Auxilio, madre vida,

no me dejes que aprenda

la búsqueda de loas

la risa del payaso.


Seré como el bebé

o el abatido anciano

o cual madre inspirada

como un sol caminando.


Lisandro Sánchez
Las Ovejas, Neuquén, Argentina
pochosanchez1973@gmail.com

 

Mucho gusto, Carmen. Muchas gracias. Un cordial saludo desde la Patagonia Andina Argentina.

Lisandro

 

Qué difícil es ser buen padre. Felicitaciones.

 

Mucho gusto, Gustavo. Ya lo creo que es difícil. Cuando escribí esos versos, hace una década larga, no era padre, y no imaginaba lo difícil que es serlo. Hoy soy padre y... ¡la pucha que es difícil! Muchas gracias. Un fraterno saludo.

Lisandro