No creas que lloro por nada

Es una noche cerrada, noche inesperada donde
hubos proyectos y confidencias, de luna anunciada,
No creas que lloro por nada pues languidece tu contorno
que crece en mi mente desesperanzada.
Un vez más una estrella lejana se apaga y
una candela encendida nunca basta;
de repente la tormenta fantasmal manotea la noche,
¡ah! pobre tormenta desencajada...
Al fin veo tu sonrisa y esa mueca descuanjeringada,
veo tu risa burlona, pero nunca tu risa convertida en lágrimas.

 

Gracias Catina, aunque todavía desconozco tu comentario pues sólo apareces en alerta. Saludos.

 

Lo que es dolor para uno, pasa desapercibido para otro (a) Si hablamos de augurios, acaso el pasado perdona.
saludos

 

Así pasa muchas veces, Renán. Muy acertada tu opinión. Gracias.

 

Placer encontrarte Julius, para disfrutar del talento que regalas.
Genial poema, soberbias imágenes adornadas con nostalgia.

 

Es también un placer para mi amigo Ramiro, pero déjame decirte que admiro tus poesias. Y no se trata de tirarse flores ni nada parecido sino de valorar con el sentimiento lo que otros poetas hacen. Gracias a ti por pasar por mis letras y Dios nos ilumine a todos por nuestras buenas intenciones. Saludo fraternal.

 

Gracias César, por pasar por mi página, pero sólo apareces en alertas y desconozco aún tu comentario.