¡No ha parado de llover!

Las hojas derraman su llanto,
parecieran estremecer;
pues el cielo y su hermoso canto,
no han parado de llover.

El agua las cubre de manto,
pudiéndolas embellecer
pero el cielo de angel y espanto,
no ha parado de llover.

Se inundan los campos y flores,
dejando lagunas y albores,
ahogándose en un aguacero.

¿Querran los eternos a empero,
salvar a la tierra primero
matando al final sus colores?

 

Hola Epi a los viejos tiempos, me encontré con esta obra tuya sobria y muy natural, grato leerte