No hay que decidir

Amigo, hoy quiero contarte mis años de pena, mis días de dolor, mis horas de angustia.
He pasado tanto tiempo reprimiendo sentimientos que hoy por fin he podido reconocer.
En mi alma hubo una bomba de tiempo, sin embargo, un beso de aquel hombre a quien mi corazón pertenece fue el detonante, empero aquello no me lastimó.
Cómo explicarlo? No lo sé! Pero así sucedió.
He tomado problemas ajenos y los fui cargando como costales en mi espalda, hasta que hace unos días, que alguien llego a mi vida y tomando aquella carga, me liberó.
No logro explicarme como pude ser tan ciega y no ver semejante amor tan grande; nunca nadie me ha querido como él, nunca nadie me ha tratado como él.
Es grandioso saber que no debo elegir entre esos dos hombres tan importantes en mi vida, pues a los dos los puedo tener y sin complicaciones obtener.
Son distintos tipos de amor, peor a ambos los quiero; ambos me comprenden, me apoyan; mas hoy por hoy, solo de uno de ellos tengo el corazón, voy en busca del otro!!
Inocente raza humana, que mi vida no comprende, tan cegados y cerrados que no entienden lo que sus ojos no les permiten ver.
Para ellos, esto es incomprensible, y así seguirá hasta que su corazón y su mente conectados y abiertos a algo más fuerte estén…

 

Un tímido lucero atrapó mi corazón
desde esa noche visita la gran ventana,
se empina y suspira de loca pasión.
Y se levanta contenta cada nueva mañana.

Un verdadero honor leerte.