No hay un fin ni un límite en la cumbre (Pareados Dodecasilabo)

He luchado, tantas veces, por mi vida,
Siempre andando por caminos sin salida.

Ha mi edad eh trabajado por mis metas,
hasta eh tenido que viajar sin maletas.

Por qué el hombre es así de fácil y libre,
aunque a veces lo asesine la costumbre.

Y aprendí, "no hay un fin ni un límite en la cumbre"
¡Hoy se debe luchar en un solo nombre!.

¡Asombroso ser! ese "tal" hombre vivo
¡No le entiendo!, siempre tan terco y cautivo.

La vida es pa' todos diferente viaje
y el que quiere lleva o deja el equipaje.

Pero aunque el hombre solo quiera respirar,
Este ser moriría por nunca intentar.​

 

Dicen: "La fe mueve montañas" yo en verdad lo creo, la fe en la humanidad, el amor y la esperanza, eso es los que nos define como humanos, como tales imperfectos pero con la fuerza para revertir cualquier situación; por eso nunca hay dejar de luchar o tan siquiera intentarlo porque ese día sí, habrá llegado el fin. Un placer pasar por sus hermosos y profundos versos, reciba mi más cordial saludo.

 

Se nota tu arrojo y voluntad en este sentido poema.
Con cariño

Alfonso

 

muy bien plasmado, letras que denotan una gran fuerza de voluntad

 

Valla me sorprendió encontrarte con este texto... Es un buen y firme estandarte llevar en los viajes. Que las buenas imágenes siempre te acompañen