No he recibido mi chute de miedo

No he recibido mi chute de miedo
y deambulo ausente entre mis cosas
soñando un blanco final con beso.

-Y recito mi mantra-

Quizá salga hoy tembloroso del coma
y encuentre una mano de carne y hueso,
como la mano que me inyectó alegría
poco antes de engancharme al miedo.

Necesito ya mi dosis de cataclismo
para que no muera conmigo la deuda
que me reclama el Planeta, y contigo,
que me quisiste tanto a tu manera.

-Y yo tanto te quise-

Se paralizó una voz en mi puerta,
-la de la inteligencia-
se paralizaron todas hace tiempo
cuando las sirenas de cartón-piedra
travestidas de cifras y de autoridad
comenzaron a inocular el miedo.

Imposible resistir más. Abro la red
y me pierdo en ese mar tormentoso
de barcos a la deriva, de alarmas
diseñadas para ciudadanos con sed,
y nado feliz al compás de sus mentiras.

Marzo-2020
Alte Jon