No me digas...

No me digas que han abierto las fronteras,
no me digas que han dejado de robar.
No me digas que han pintado primaveras
con la cara del Che, en el Central Park.
No me digas que han arreado las banderas
y han reprimido su afán de inmensidad.
No me digas que han plantado cien palmeras
en las plazas bombardeadas de Bagdad.

No me digas que han colgado en las vidrieras
pancartas, por una América total;
No me digas que han abierto mil chequeras
para combatir una infancia desigual.
No me digas que les importa que te mueras
sin jamás haber dejado tu ciudad,
no me digas que les importa que te fueras
en la balsa, sin atisbos de piedad.

No me digas que han sepultado sus trincheras
que sus misiles ya ni cuentan en la otan.
No me digas que enterraron sus quimeras
de conquista, con los muertos de Vietnam.
No me digas que curaron sus cegueras
que cambiaron, que ahora quieren ayudar,
no me digas que sus verdes billeteras
se han abierto, para verte prosperar.


No me digas, no me cuentes, si te enteras
que hoy un loco ha irrumpido en su ciudad,
para vengar las heridas duraderas
que dejaron...en las calles de Bagdad.




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Esta vez me has llevado a las !Ensoñaciones del paseante solitario" de Rousseau. Parece que las utopías se venden en pack de dos, junto a los sueños y ahora más que nunca están de saldo.

Irónico y sagaz. Felicidades!

Palmira