No me tildes amor de caprichoso (soneto al reves)

No me tildes amor de caprichoso,
pues sé que después de algunos intentos,
también este soneto es cariñoso.

Tus caricias me ponen caluroso;
tu cuerpo parte de mis alimentos,
y en tu desnudo soy indecoroso.

Sin abrigarnos el sueño soñamos,
los silencios de la noche lo saben;
con besos y caricias que no caben,
por seguro lo dan que nos amamos.

Crucial es el orgasmo al que llegamos
nos hace sentir que no lo socaven,
que su llama candente no la agraven
y que falta de amor jamás tengamos