No Puedo Olvidarte

Amada Musa:

Tal vez ya no tenga sentido escribir estas palabras, tal vez luego de la última carta que te envié ya me borraste de tu mente, tal vez ya a estas alturas sea solo para ti poco menos que un espectro. Sin embargo aún te escribo porque, a pesar de todo lo que dije con palabras la carta pasada aún permaneces en mi corazón.

Es muy fácil y muy sencillo decir, “ya te olvidé” o “ya no te amo” o simplemente “adiós para siempre”. Yo hubiese querido que luego de mi última misiva enviada haberte borrado por completo, haberte desaparecido de mis recuerdos, no sabes cuanto me hubiese gustado haber padecido de amnesia. Pero la realidad es otra, la realidad es que cada día, cada hora, en cada lugar me asaltan tus recuerdos, tu hermosa sonrisa, tu humor tan peculiar, los momentos, comidas que compartimos, aquellos hermosos instantes que vivimos, recuerdo tus palabras, y en cada uno de ellos siempre acompañados de la frase “mi loca”, como estará mi musa, que será de su vida.

Yo pensé que sería más simple para mí olvidarte, pero la vida una vez más me ha puesto contra el piso y me tortura con tus recuerdos. Cada instante de mi vida, cada aliento se me va, se va hacia ti, cada sueño que tengo estás tú. Y ya no hallo que hacer, porque tú ya me sacaste de tu vida, yo para ti ya solo soy nada, y sé que ni siquiera quieres o simplemente no puedes volver a amarme, o tal vez nunca me amaste sino que simplemente fue una ilusión de juventud. Pero yo a pesar de lo lejos si te amé, te amé profundo, te amé grande, te amé hermoso, te amé...infinito. Lo cruel de todo este asunto es que no he dejado de amarte así.

Tal vez incluso ya tienes pareja, e incluso tal vez ya estén casados, de ser así te felicito y espero que sean muy felices, yo por mi parte veré cómo hago para sobrevivir a los pocos años que me quedan, porque después de ti, solo quedó la nada, el vacío, ya nada tiene sentido para mí. Solo terminar mi carrera y luego trascender, ya mi corazón no da para más, ya quedó acabado, hecho polvo, tú fuiste mi última esperanza, y al parecer resultó solo un espejismo, así que luego de graduarme solo me queda emprender el gran viaje, esperar a ser llamado.

Me disculpo contigo por todas estas palabras, la verdad mi tormento es tan grande que no pude llevarlo a cuestas. Pero tranquila, me levantaré y veré cómo sigo.

Ya no sé si vale la pena decir adiós ya que no surte ningún efecto. Solo puedo decir que:

Te ama profundamente

Tu Caballero