No quiero dar mi carne al sacrificio. Soneto.

No quiero dar mi carne al sacrificio
y solo oscurecerme en tierra muerta,
ni quiero sucumbir a tumba abierta,
pudriéndome en mi propio maleficio.

No quiero darle al mal ningún resquicio
que pueda convertirse en ancha puerta,
ni quiero dar mi sangre a la reyerta
ganando de su ultraje un beneficio.

No quiero envenenarme de inmundicia
llenándome los ojos de impureza,
maleva por brotar de la malicia.

No quiero más dolores de cabeza,
ni quiero darme al dios de la avaricia,
ni quiero ser peón de mi flaqueza.

 

Buenas propuestas poeta,
al mal ni las sobras
Buen soneto amigo
Saludos cordiales

 

BELLISIMO, muy buena reflexion, sALUDOS Y ESTRELLITAS.

 

Gracias Sol por tus palabras y por tus estrellas. Saludos.

 

Gracias emuletero por tus palabras. Saludos afectuosos amigo.