No quiero dueño

Soy el mar y soy el viento
no tengo amo ni dueño,
me voy, vuelvo y desaparezco
remolino de corazón inquieto.
Espuma incandescente
al roce de un egregio cuerpo,
chocando contra mi dique
tantas veces como deseo.
No hay nadie quien me pare
ni busco, solo encuentro
el amor que realce la vida,
la única que tenemos.
No me siento casquivana
ni una puritana de pueblo.
soy el mar, soy el viento
nadie me para, ni quiero dueño.
​

 

Es un gran poema mi querida amiga,
el amor es libertad y ante todo debemos ser libres
para desarrollarnos como personas, ser libres
como libre es el viento que sopla donde quiere
y puede con todo y ante nada se detiene.
Un abrazo querida amiga.

 

Buen poema nos dejas Antigona, lleno de fuerza en tus letras,
todos hemos nacidos libres, y que es más bonito que tener
esa libertad para amar?. Ha sido un placer pasar a leerte.
Un beso y un abrazo. Tere

 

Bonito poema Antigona, te expresastes con toda claridad, sin subterfugios, ni engaños, eres un buen reclamo para el hombre solitario, imaginativo e idealista, que busca en las palabras cubrir sus carencias afectivas. Buen trabajo, me gusto leerte Antigona sigue escribiendo parece que lo has hecho toda la vida.

 

muy amable.