No te escondas.

La rana y el tecolote cantaban los dos en coro
la primera parecía loro vestida con amplio escote,
pegaba chicos gritotes preguntando por su tesoro
al sapo cuernos de toro le decía papazote,
corre como caballo al trote y a mis brazos prisionero
aquí bajo del lucero un beso te voy a dar.

El sapo que ya sabia lo que le podía esperar
se hacia mucho del rogar y hasta se escondía,
ya le pasó el otro día que no se dejaba besar
decía que le iban a amar y ella al agua sumergía,
sentía que se moría, sentía que se iba a ahogar
pues no sabia nadar y ella hasta se reía.

El tecolote curioso miraba la escena de amor
sentía que tanto calor si se acercaba quemaba,
y ahí donde el estaba una canción cantaba
cantaba y risa le daba el sapo con su dolor,
cambiaba hasta de color y la frente le sudaba
croaba, croaba por la rana de su amor.

Vinieron todos los sapos y las ranas a festejar
corran se van a casar, vestían sus mejores trapos,
algunos hasta de harapos pues nadie se habría de fijar
si dos se quieren amar lo que importan son los ratos,
de un sapo que es pasguato y una rana que al cantar
solo le quiere besar, ¿alguien ha visto al sapo?

bohemio​