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Tema en 'Poemas sociopolíticos y humanitarios' comenzado por El Poeta del Asfalto, 12 de Abril de 2008. Respuestas: 0 | Visitas: 851

  1. El Poeta del Asfalto

    El Poeta del Asfalto Poeta adicto al portal

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    Hombre
    ¿Se podrá comprar dignidad?

    Yo cuento las monedas,
    si pudiera te dejaría un poco junto a tu puerta cerrada,
    mujer, madre, y luchadora entre cadenas.

    Han saqueado la historia y sigue el saqueo,
    todos sueltos,
    solo preso tu marido
    por robar unos pocos pesos.
    ¿Qué culpa tendrán tus hijos del castigo?

    Yo sé que esto es polémico,
    lo sé y no me importa.
    No podemos ser todos amigos
    cuando el que trabaja anda contando las monedas.
    Y se invierte mientras tanto
    en pistolas en lugar de hospitales
    en subsidiar empresas supérfluas
    en vez de en escuelas.
    Se emplea a los parientes ineptos del funcionario
    en detrimento del que viene trabajando hace tiempo en el oficio.

    Que fácil es perseguir perejiles
    y agacharse ante poderosos señores.
    Que conveniente,
    que cobardemente patriótico…

    Lógico
    es que se castigue al que ha obrado mal.
    Justo,
    sería que otros que han tenido más oportunidad de elegir
    sean condenados primero.

    Han saqueado la historia y sigue el saqueo,
    todos sueltos.
    Cerca del prostíbulo de lujo ,
    un auto con patente de juez que no paga impuestos,
    como si paga la leche en polvo.
    Como es lógico en la selva semicivilizada.

    Está estacionado frente a la rampa de discapacitados.
    Allá adentro,
    muchas miradas indiferentes,
    mucha lengua que pregunta a que hora te desocupas,
    o pelea el precio de tu piel interminablemente
    entre tragos, risas, y la vista gorda de la ley ausente.

    ¿Se podrá comprar dignidad?
    Yo cuento las monedas,
    si pudiera te dejaría un poco junto a tu puerta cerrada
    para que puedas comprarle a tus hijas
    un pasaje lejos de esta gente miserable
    que abajo del farol de cualquier esquina,
    se viste de jueces.

    No podemos ser todos amigos
    cuando el que trabaja anda contando las monedas
    Cuando los pibes no tienen oportunidad,
    los más débiles son atropellados
    y el interés de muchos está puesto en los bancos,
    en que la bandera esté bien planchada
    en que en la televisión,
    a la que finalmente, se ve, le prestan un ojo,
    no se vean tetas naturales o de probeta.
    Eso, en vez de ver
    si necesita una mano el vecino.
    O si le están manoseando el culo,
    con perdón de la expresión,
    a los que ponemos en nuestras oraciones y rezos
     
    #1

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