No tendrá nombre y jamás lo encontrare

Una fila de automóviles, tarde gris de abril, creo que el día es el numero trece,
mil bocinas gritando prisa, pero todo va lento, hasta el pavimento calla ahora.
Ahí va el cortejo fúnebre; Hoy, Dios no quiere mirar su creación; Hoy, hasta Dios esta triste.
Que ironía, el confeti es negro y purpura, el maquillaje esta corrido por las lagrimas;
El frio de los colores no es mundo, no es vida, no es algo que todos deseen apreciar
pero el féretro esta ahí, resguardado en globos y la ultima nariz roja que utilizo...
Ha muerto el payaso, ya no hará sonreír más, ya no habrán mas rostros de niños,
un clarinete llora, los leones rugen de dolor, la carpa ha sido cerrada.
No hay ruidos de feria, solo una marcha, caras tristes, pálidas, sobrias;
Nubes frías, papeles azotándose contra las paredes por el viento borrascoso.
Aun así, todos continúan acompañándolo hacia su ultima función.
Tendrá toda la eternidad para vivir, para soñar, para bailar una vez mas,
porque de risas se alimento y con el corazón roto falleció;
Nadie sabe el porque, solo dejo al lado de su cama de sabanas rotas,
el pétalo de una rosa marchita, un lápiz labial de color noche,
Y un papel viejo que decía en líneas de trazo tembloroso:
"..Es hora de partir, no es de humanos ser feliz y morir por dentro..."