No tienes perdón

Se me agotan las ganas de vivir
después de amarte con locura,
de haberte entregado toda mi alma,
después de que sólo a ti entregué mi corazón
lo desprecias, me pagas de la peor manera.

Tú, que sólo me utilizaste,
que no tenías mayor intención
que aprovechar de mí la juventud,
de coger de mi árbol
el primogénito fruto y el más cuidado
y me abandonas a un incierto futuro.

Maldita noche de "amor"
maldito mi cuerpo que besaste
sin sentir la menor compasión,
maldita vida llena de errores,
si antes todo era felicidad
hoy todo es oscuridad.

Tanta pasión y hoy tanto desprecio
todo parece una pesadilla
un triste sueño del que no puedo despertar,
un trago amargo que me obligaron a beber
tanto amor transformado en odio.

Ya no te importa mi sufrir
yo que todo entregué,
sin nada me quedo y mi corazón
que en ese lecho quedó
a la basura fue a dar como objeto sin utilidad
pero dime ahora ¿Qué debo hacer?
¿Perdonarte acaso?

Ya no hay olvido, no hay perdón
pues ni siquiera te atreves a pedirlo
solo queda sufrir,
lamentar haber entregado mi cuerpo
a tan insensible ser
que arrebató de mi toda ilusión
dejando sólo el deseo de morir.