Noche cerrada

Fue aquella noche de extraña brisa, de luna clara.
Astros de sangre temblaron aquella madrugada.
Temprano llegó la muerte, ¡Aprisa, se acerca el alba!
Antaño brazos, rostro. De todo aquello hoy: la nada.

Los cuervos devoraban niños, ansiaban su piel blanca,
Los suyos, en casa, con gesto frío, la noche velaban.
Temprano marchó la muerte, aquella noche, a mala cara.
Las estrellas no deben morir, ¡nunca antes del alba!

La luz cubrió la sierra, como otras, aquella mañana,
Soplaba una triste brisa, de llanto tenue, de luna amarga.
Jaras rojas cubrieron los montes con sangre derramada.
Antaño brazos, rostro. De todo aquello hoy: la nada.

A Félix Martín García, mi abuelo.​

 

Muchas gracias Brujiss, gracias.