Noche eterna

Andaba yo encontrándome conmigo

Buscándome entre fuegos y humos, entre

Campos de espinos, entre todo el barullo

Ahí, justo en medio de la sombra del desasosiego

Ahí estabas tu jugando a cartas

Con el mechero en la mano, y el pasado en los ojos

Tanto fuego, tanta fuerza

Que me quedo flojo de beberla

Que me quedo flojo de escucharla

Que se parta el mundo si no puedo verla

Que se esconde en la rendija

Y tu asomas entre rejas de neblina

Y yo no llego a ser lo que toca

Pero lo intento

y me peleo con el viento, por si acaso

Por si se deja ganar, no vaya a ser

Que me lo pierda, como he perdido

En general, la batalla con la vida

Y vuelve la rosa a brotar

Despues de que lo beba

Y vuelve la rosa a recordar

Que yo soy mas que niebla

Que yo soy mucho mas

De lo que mi mente entienda

Y yo sigo bebiendo

Por si me encuentro al mar

Y al mar me tiro hambriento

De ver al sol brillar

Y luego a ti riendo.

 

Maravilla excelente de poesía divina, alta calidad de inspiración soberbia.