Nocturno para quien está por venir

Noche oscura… inmensa,
lluvia fría… melancólica,
y el dejo de un ángel que ya no está
fraguan el encuentro
del poeta y su poesía.

El papel y la tinta,
el pulso por impulso,
dando formas a pensamientos,
emociones y sentimientos.

Cuánto ha pasado
para que hoy se concrete
un nuevo viejo encuentro,
amenizado por el concierto
“mudo-acústico” de la soledad.

Unos labios que se agrietan,
besos que mueren y queman,
unas manos que tiemblan,
caricias que se desintegran.

El poeta prepara el punto final,
las líneas subsiguientes las guardara,
para algún día imprimirlas en la piel
del cuerpo que entonces ha de recorrer.

Reniel Floyer - Paraguay

 

La divinidad del arte en la poesía maravillosa.