Nosotros que tanto nos esperamos

En un sentimiento añejo como la esperanza y anclado en el fondo mismo de la vida fui madurando una realidad de la que aún no había despertado. Ella fue y ya pasó, es cierto, pero por cuantos años ignorada por mí. Y ahora, a pesar de haberla conocido más que a mis propias manos, y a pesar de tenerla guardada en mis ojos, no me es posible dejar el arrepentimiento de haberla ignorado. Y no obstante de haber estado en este mundo tanto tiempo como ella, no supe oír su voz perdida entre los vientos que tantas veces me llamaban. ¿Es posible que un amor tan grande nos haya necesitado solo para nacer cuando no sospechábamos de nuestra existencia? Entonces, no tenía ni siquiera un pretexto para llorar. ¿Como expresar ahora la angustia que antes no sentí? Su rostro de siempre se ha ido poco a poco como se va el presente de las horas. Pensar que la pude haber tenido cuando venía a ser parte de mi vida. Y ahora la veo tan lejos de mí. La veo como alguien a quién se encuentra por primera vez a pesar de tener siempre su imagen ante mis ojos. Hoy su ausencia se ha llevado todos los lugares y ya no es posible volver a recorrerlos. Porque yo siempre anduve a espaldas de mi vida sin ver como quedaban tras de mí los días olvidados, solo guardé de ellos unos cuantos e inútiles recuerdos sin darme cuenta que la soledad estaba naciendo dentro de mí, perdida entra las horas que iban perteneciéndome y a las que abandonaba para siempre sin haberles dejado nada de mí mismo. Por eso, cuando quise volver los ojos hacia mi vida no encontré más que sombras. No oí mi voz ni pude reconocer mis pasos. ¿Que habré hecho de todo lo que antes era mío? ¿Acaso lo único que se conserva es el olvido? En vano busqué entonces mis propias imágenes. ¿Que es un silencio más cuando se han muerto todas las acústicas? Ahora no hay imagen suficiente y ya no hay bastante ternura para reconstruir la sorpresa y el asombro que tanto habíamos soñado. Teníamos el tiempo desde el aliento inicial de la primavera, cuando cualquier designio podía echar las suertes de tu vida y mi vida. Cuando tuve el arrepentimiento en mis ojos y los tuyos avergonzados en la culpa del cariño que se enredaban en nuestras manos, o cuando la sombra del amor nos dio su mejor protección bajo la noche artificial de este mundo. Y se pobló de sueños la esquina de mi infancia, aquel día cuando el paisaje inocente pintaba corazones en cualquier lugar, cuando fuiste mi primer vicio y mi primera alegría. Y nunca tuve pena más grande que la de tu partida sin abrazos ni lágrimas, dejándome ahora con las ganas de verte de nuevo y con la esperanza de que me devuelvas la emoción de esos días.

Hoy el cariño despierta desde un nuevo lugar. Dicen que la pena ronda por la lejanía y ahora todo es distinto en estos lugares que alguna vez vieron sonreír a mis ilusiones juntas.Hoy tenemos la intimidad de la confidencia lejos del amor. Solo quisiera preguntar cómo vamos hacer para reconocernos ese día o cuando no puedas buscarme gritando mi nombre con la voz con que antes me llamabas. ¿Te será permitido correr a mi encuentro abriendo los brazos como un abanico en forma de corazón? ¿Cuando se hayan borrado la ausencia y el olvido, donde estará el amor? ¿No tendrá más ese sabor de encuentro y despedida que ahora es la ternura? Ya no. Ese día el amor habrá perdido todo su pasado. Y quién sabe que será de nosotros sin pasado. Nosotros que tantos nos hemos esperado y probablemente nos imaginemos con el cariño intacto como un sueño.

 

un poco largo tu escrito pero bellas palabras has dejado en estas palabras.
saludos amigo.

 

Gracias WarDoO por tu comentario y por tomarte un poco de tiempo para leerlo. Tenés mucha razón, se me fué la mano y es bastante largo.
Saludos