Nostalgia 6

Creí que no me costaría tanto
hablar de la nostalgia porque vengo
de una melancolía sostenida
que siempre supo de guardar secretos.

Pero me pongo y fluyen las estrofas,
y dejo de ser grande sin empeños.
Me transporto al hogar destartalado
que fue mi cuna y fue también mi empleo.

Hoy recuerdo los muros tutelares
que albergaron mi infancia y sus anhelos,
mi vieja habitación de adolescente
con póster de Miguel y cuatro versos.

La cama, condenadamente vieja,
lucía cada noche con mis sueños
y al despertar volvía a su vejez
mientras soñaba yo medio despierto.

El trajín de una fábrica vivienda,
camiones, gaseosas, mucho hielo
y un ansia de aventura a flor de piel
dispuesta a descubrir sus recovecos.

Jugué a ser extranjero en mis dominios,
a ser indio a caballo, a ser vaquero;
soldado de un ejército de amigos
en un vaivén de cajas y cajeros.

Aquellos tiempos que dejé olvidados
cuando empezó la vida su cortejo
ocupan, con sus grietas y sus sombras,
un espacio de vueltas y regresos.

Aún, cuando en la calle me interceptan
y escucho de otras voces ¡Limonero!,
retorno a mis raíces con presura
y a aquel lugar en donde fui creciendo.

 

Ayyy Alonso flota la melancolía en estos entrañables recuerdos que te han forjado en el cortejo que la vida te ha donado. Preciosos versos llenos de carisma, bellos y certeros. Me ha encantado leerte, más besazos a tu hermoso corazón de poeta....muáááácksss...

 

¡Magnífico poema! Así son las horas y el tiempo que transcurre en nuestras vidas, bellos recuerdos que anidan en el alma y que cuando resurgen nos sacan un lagrimón y una tibia sonrisa de melancolía. ¡Bellisimos y profundos versos! Un placer disfrutar de su exquisita poesía, Alonso Vicent, reciba la más cordial felicitación y saludo.

 

Bellísimo recorrido por tus recuerdos...un privilegio acompañarte por esos rincones tan íntimos y preciosos por donde nos lleva tu memoria. De verdad uno se encuentra allí todavía o ése que era está aquí. No lo sé seguramente somos una combinación de esos muchos que hemos sido a lo largo del tiempo.
Un abrazo:
Malena.

 

Recuerdos de una casa-fábrica y de una familia tan ocupada que dejaba total libertad para crecer y descubrir las cosas por uno mismo.
Buenos tiempos aquellos.
Un abrazote, Lomi, y mil gracias por estar.

 

Recuerdos de niñez y adolescencia entre trabajos y trabajadores. Tiempos agradables de recordar.
Un abrazo, amigo Daniel, de este Limonero... que lo fue... junto a mi enorme agradecimiento.

 

Somos, en parte, lo que fuimos y vuelve la memoria a sus orígenes y a sus pasadas vivencias de tanto en tanto.
Muchas gracias Malena por acompañar este recorrido de vuelta a aquellos lejanos tiempos.
Un abrazo entre naranjos y limoneros.

 

Sigue estando la cama allí, el edificio-fábrica-almacen-hogar y el póster de Miguel Hernández al que alguna estrofa añadí.



Muchas gracias a ti, Isabel, y un abrazote primaveral.

 

Bueno , bueno mi querido Alonso que belleza de poema, todo él es hermoso, pero estos versos... Me encantan
La cama, condenadamente vieja,
lucía cada noche con mis sueños
y al despertar volvía a su vejez
mientras soñaba yo medio despierto.

Un abrazo lleno de azahar desde mi tierra a la tuya.
Carmen

 

Estimado, Alonso...
la canción que te comparto más abajo dice -los días no volverán a ser lo que fueron ayer- pero mientras vivamos, los recuerdos del ayer se hacen tan presente en nuestras memorias y en nuestros corazones, y vos, amigo, así lo has hecho, tanto que lograste que al leer tus tus nostálgicos versos, he recorrido con vos, cada lugar y espacio de esa fábrica-vivienda donde fuiste creciendo. Fue un enorme placer acompañarte.
Te dejo un gran abrazo, estimado amigo.

 

Qué maravilla, Alonso Vicent,hoy te nombro completo
y además añado POETA.
Un abrazo de Sábado, amigo entero,el de las 21 h:
Sábado de abril que huele
a gloria y azahar,
a la mantilla añeja
y al cirio derretido.
Es tarde de nostalgia
del verso sin poesía,
de infancias que se fueron
de amigos y torrijas...

 

Muy bien poema querido amigo, felicitaciones estimado Alonso, mi saludo sincero de siempre.

 

https://drive.google.com/open?id=0B3hP5pyE4RmJc2gtTGpFUV9fRmc
Caray, que no salió la foto de Miguel que tengo colgada aún en mi vieja habitación.
Lo vuelvo a intentar de otra manera… y van tres, je je

 

Recuerdo mi primer colchón de lana (de borra decimos aquí) en el que cogías una postura y ya no la podías rectificar... después ya vino el de espuma, y una pitusa hermanita de acompañante. Los mayores cuidábamos de los pequeños.
De comidas y meriendas andamos, y con amigos, sobrinos y familia en estos días de pascuas y festivos.
Un abrazo, Carmen, a la vuelta de un día de campo y de celebraciones... y mil gracias.

 

Aún conservo ese lugar al que, aunque está en venta, sigo volviendo de tanto en tanto a recoger el correo y a echar un vistazo.
La canción me encantó y me hizo recordar otros tiempos no tan lejanos.
Mil gracias, Romi, a vos por el comentario y por el recuerdo.

 

Que sepas que me estoy guardando estos comentarios tuyos, y les añado y sigo tus versos. Avisada estás, Rosario Martín, je je.
Hoy creo que es domingo, y de una casa de campo venimos de pasar el día y la pascua. Ayer si que comimos torrijas; las hizo mi cuñada mayor... Buenísimas.
Besos pascuera.

 

Muchas amigo Selenshek por el tiempo y por el trato.
Un abrazote desde el Mediterráneo.

 

Si es que el viento del este me lo cuenta todo, jajaja,
ya sabía yo que estabas entre torrijas y la mejor compañía...
A mí lo de bailar en pareja se me complica(por patosa)
pero con un buen bailarín la cosa cambia,ya sabes
que puedes hacer lo que desees con el poco ritmo que tengo
Hoy es lunes y 17, ni una nube,el día promete...
Un beso

 

Preciosos versos Alonso, nada mejor para llamar a la nostalgia que recordar momentos felices que han quedado tan lejos de nuestro camino y que nos han convertido en lo que somos en el presente, tus recuerdos son hermosos, modestos e invaluables, un enorme placer leerte vaquerito jajaja, besos.

 

Entiendo porque desde que te leí por primera vez, vi en ti el alma de llanero...
Me has transportado a mi infancia, a mi adolescencia a recuerdos y anhelos, a victorias y derrotas, a lágrimas marcando la cara de tierra...
Que bien tocas las cuerdas del tiempo cuatrero...
Bueno, Limonero, aunque la nostalgia a veces es ácida, no deja de ser desintoxicante. Limpia el alma con el agua que no brota, sino que nos orada por dentro.
Besos Llanero. Desde ¿el oeste? ¿al este? No se muy bien mi ubicación jajaja

 

Gracias a ti, Isabel, que con un poco de empeño pude colgar la foto; ya se convirtió en un reto, o ella o yo, je je.
Un abrazote después de tanta fiesta.

 

Je, je... a ese viento del Este le voy a decir cuatro cosas, que estas pascuas no se presentó. Eso sí, el tiempo buenísimo y con amigos para disfrutarlo.
El baile queda ahí, y los versos los voy recopilando...
Besos de este cuerpo molido después de unos días de vuelta al trabajo... y un café.

 

Je, je, me acuerdo de esos indios y vaqueros pequeños y de plástico, y de los soldados. También hacíamos nosotros de indios, con ramas de leña que transformábamos en rifles; eran tiempos de imaginar.
Muchas gracias, Mariposa, y un abrazote.

 

¡Y cuántos porrazos que nos metimos! Pero los disfrutamos y con orgullo llevamos las cicatrices.
Algo tenía que heredar de mi abuelo paterno, que era vaquero (de vacas no de pistolas), je je.
Muchas gracias Sandra,y contentísimo de volver a verte.
Besos hasta tu ubicación, que es el sur, el surrrr… que te lo tengo que recordar, casi África, je je.

 

Ahh todo un guerrillero jajajaja, suerte que vengo en son de paz; yo de pequeña usaba también la imaginación, pasteles de lodo, piscinas con charcos de lluvia, micrófonos con palos de escoba jajajaja, siempre fui un poco desubicada, hay cosas que los años no curan jajaja, me hiciste recordar te doy las gracias por eso y por compartir trozos de tu infancia, en verdad ha sido un placer conocerte y pasar por tus letras, besos.