Nostalgia.

Una copa de vino, tonadas melancólicas, un cuaderno lleno de poesía que nunca podré recitarte y un viejo lapicero que está por terminarse es todo lo que necesito para comenzar a escribirte.
No tengo idea de cuántas hojas voy a llenar, de cuánta tinta voy a gastar, tengo mucho que plasmar, no tengo idea de cómo empezar.
El día de hoy es especial, hoy cumples un año más, de mi parte esperó que te la pases bien.
No dejo de pensarte, quiero marcarte, pienso en buscarte, sin embargo no lo haré me quiero y me respeto más a mi.
Hoy realmente fue una prueba para mí, deje de lado el celular y me metí de lleno al trabajo, intente distraerme con ello sin embargo mi mal humor me delataba, mi falta de concentración era notable, no dejaba de pensarte, hoy en específico no podía sacarte de mi mente, al terminar mis pendientes, comencé a escribir, la ansiedad estaba por ganarme, le di mil vueltas a la habitación y sin pensarlo comencé a ejercitarme como un loco hasta no poder más, termine exhausto, pero seguías en mis pensamientos ¡Carajo! ¿Porque?
-Me pregunte una y otra vez.
Decidí tomar una ducha, realmente estaba cansado, de alguna forma seguía pensando en ti, en los buenos y malos momentos que pasamos, mis lágrimas se perdían con las gotas de agua sobre mi cuerpo.
Al menos por hoy no quiero saber más de nadie, quiero estar sólo, simplemente quiero intentar dormir y despertar hasta el día siguiente... O tal vez eso es lo que debí hacer.

- ¡No puedo más! ¡No puedo!

Me vestí, tomé, mi reloj, mi cartera, las llaves de casa, pensé en dejé el celular pero hoy en día es indispensable en la vida diaria, sin embargo me condicione a no contestar nada que no fuera una emergencia.
Salí, sin rumbo, sin tener idea de a dónde iba; mi cabeza llena de pensamientos, nublada mi visión, quería verte, correr a ti, extraño sentirte, quiero tocarte, pero soy más fuerte que mis instintos, no voy a doblegarme, te extraño pero no voy a buscarte.
Necesitaba salir de mi entorno, aún no se si fue la decisión correcta, pero fui a unos cuantos lugares a lo que solíamos ir cuando estábamos juntos... Tal vez soy un poco masoquista.
Aborde el transporte público y me dirigí dónde todo empezó, aquella plaza donde nos conocimos: Completos desconocidos, los dos buscábamos empleó, ambos quedamos en el puesto, que bonitas coincidencias de la vida, nos cruzamos un par de veces, me preguntaste dónde era que se dejaban los papeles, con un poco de indiferencia te señale la oficina y me fui, estaba exhausto por las pruebas y se que tu también.
El primer día te sentaste justo detras de mi, te ví de re ojo, estabas dibujando, me llene de curiosidad, pero no quería hablar con nadie, estaba enfocado en mis cosas, realmente centrado en lo que quería.
Pasaron los días y por ahora solo tu y yo sabemos que fue todo lo que pasó entre nosotros, surgió un sentimiento, una conexión entre los dos.
- ¿Porque se terminó? ¿Que hicimos mal?
Esas preguntas no salían de mi cabeza.
Después de recorrer aquel lugar, lleno de nostalgia por recordar todo aquello que paso, lo que fuimos, lo que ya no seremos.
Me dispuse a tomar un trago.
- ¡Salud! Espero que estés bien.
Debo decir que agradezco ese momento, me sentí en una película, frente a la barra platicando de mis penas con el bartender, barman o cantinero, como gusten decirle.

Salí del lugar y me dirigí al siguiente, en todo momento pensaba en llamarte, quería decirte "hey, dónde estás ¿Quieres un café?"
Pero me resistía, me seguía hundiendo en mi nostalgia, mientras más me adentraba, por alguna razón más tranquilo me sentía, ya no brotaban lágrimas de la nada, el vacío en el pecho cesó un poco, llegando al siguiente lugar recordé muchas cosas, tantos besos, abrazos, risas, platicas, momentos que dejamos grabados, brevemente viaje al pasado y fue inevitable sonreír.
- ¡Carajo, como la extraño!
Decidí ir por un café, estaba determinado a terminar con esto, no importaba lo cansado que estuviera, nada como un espresso americano.
Decidí ir al último lugar, ya era tarde pero ese lugar era muy significativo para ambos, nuestra primera noche juntos la tuvimos ahí, al llegar recorrí el lugar y solo brotaban bellos recuerdos, mis últimas lágrimas se quedaron ahí, sentado en el pasto de aquel museo.
- Te extraño
Fue lo único que pude decir, me di cuenta que mi experimento raro de alguna forma funcionó, no te busque y estoy orgulloso de ello, sin embargo si te encontré en todos esos bellos recuerdos que forjamos juntos.
Pasé por un trago, no podía irme sin hacerlo me lo tomé al instante, pague la cuenta y me dispuse a irme, pase frente a un Oxxo pedí un vino "buena idea para seguir escribiendo"
Llegué a mi casa cansado, agotado, ya no podía más, sin embargo no podía dormir, destape mi vino, subí una copa y tuve la sensación más grata del mundo, por un momento fue mi poesía, mi escritura, mis sentimientos, todo plasmado en un trozo de papel, un toque de vino y el resonar de mi corazón al escribir todo esto, se que no vas a leer esto y si lo haces realmente no importa.
Son las 2:57, es madrugada y mañana trabajo, sin embargo no me quejo, hoy deje salir mucho de lo que aún sentía por ti y sabes a mis escasos 22 años te voy a poner como el amor de mi vida, vivimos juntos, pasamos la etapa del enamoramiento, aprendimos a aceptarnos, con tus defectos, tus manias, tu locura, me enamore de todo eso, me enamore de ti, no cambiaría nada, somos polos tan opuestos y aún así logramos encajar muy bien.
Mujer eres increíble, tu forma de pensar realmente es única, tus hermosos ojos y tus largas pestañas, tu voz tierna y a la vez llena de autoridad, no te importa que diga la gente de ti, no sigues a la masa, marcas tu propio estilo, auténtica y original.
No te dejas llevar por opiniones, no buscas encajar en ningún lugar, tu cabello negro y largo, tu piel blanca y tu labial rojo, así te recuerdo con ese vestido, estés dónde estés esperó que estés bien.
Por ahora no tengo más que decir...

-Fernxndo R.

 

Quería leerlo todo, más me dio flojera y a lo que alcanse a leer en verdad que me.identifique. felicidades!!;