Nubarrones en el cielo

Nubarrones en el cielo​

Miré a la ventana,
llena de recuerdos y telarañas.
Allí te encontré...
Del otro lado, con lágrimas en los ojos.

Corrí hacia ti con un paraguas,
afuera llovía a cántaros.
Te abraze con calma y dije:
Todo esta bien, volverá a estar bien.

Sonreí para que olvidaras tu dolor,
pero ya no estabas.
Volví a imaginar necesitabas de mi.
Volví a caer en la cruel trampa de la realidad.

Y así, día tras día.
Llegué a olvidarme de ti.
Y una mañana, libre de nubes,
hermosa y dulce mañana.

Apareciste tú, en mi puerta.
Sonreíste para que olvidara mi dolor,
pero yo ya no estaba,
no era lo que tú recordabas.

A tu lado una pequeña,
como yo, cuando te conocí,
Tardaste en llegar, dije.
¡No! Quizás nos conocimos muy temprano.

Recuerdo tus palabras,
mientras esa niña halaba tu mano,
y se convertía en todo lo que yo
no pude ser.

Y detrás de mi,
oculto en la oscuridad,
sabía que me observabas,
que esperabas a que reaccionara.

Sonreíste para mí,
y al igual que la niña,
tomaste mi mano,
recordándome todo lo que soy ahora.

Mostrándome quien llegó a mirar
a través de su ventana con telarañas,
quién me encontró con ojos llorosos,
con miedo porque llovía y estaba perdida.

Quien esperaba en la oscuridad,
a ver si reaccionaba.
Devolví la tierna sonrisa,
olvidé mi dolor.

Caminamos juntos bajo la lluvia,
y llevaba nuestro paragua.
Ya no lloraba, ni estaba perdida.
Y el sol salía lentamente,
entre los nubarrones,
despidiendo a mi inesperada visita,
que se iba con lo que era,
y dejaba a quién soy ahora.