Nubes

Domingo tarde,
y apenas puedo respirar, y
sentir cien
mil litros de humo dentro de mí.

También cuenta un sillón de
orejeras en Madrid,
un amigo que aún se acuerda de tí,

un domingo por la tarde tras
volver de lo mismo,
un recuerdo volátil,
y reciente, y crudo, y degradado,

en colores suaves, quizás pastel.

Y un cenicero en la cabecera
que algunos días
(martes, algún lunes)
asfixia.

Y olor a aguarrás, y
muchas acuarelas.
Y pensar que no estaría mal salir.
Pero de qué.

Y si es dulce, y joven, y no tiene
frenos. Y toda es rubia
no hay sinrazón.

Y si no, no la hay. Y tiene ojos bonitos.
Y si hay tequila, y ella sola organizó la noche. Y salen secretos y
no hay fuerza,
ni valor, ni razón, al fin y al cabo.
Para negar la razón de vivir, y de no. Decir que no.

 

willisander, excelentes versos un placer visitarte. Felicidades.

Saludos,
desde Panamá.

 

Mis disculpas, mi intención era solamente sacar mi poema a la luz. No constituye ninguna innovación ni tampoco responde a ninguna estructura clásica, al menos que yo sepa. Le agradecería entonces que lo trasladase, si es lo adecuado según las normas. Mis disculpas de nuevo y un saludo.

 

expresivo poema, muy original, grato leerle