Nuestras cinco estaciones de Marzo

un día más los pilares que derrumban esta fruta de palabras
vuelven a morir sobre el pulpo de tentáculos profundos
y callados sueñan lejanas piedras que horadan mi frente
para beber los cajones detrás del escritorio y la sábana telúrica
donde mi horizonte de plumas posó su rostro una noche

ahora podemos retomar nuestra vereda por las alas de tus ojos
en el párpado diezmado por un estrabismo de árboles
aunque los pájaros levanten el arcoíris de mi lápida
y en este jardín los semáforos bailen con una lluvia impotente

pero un barco entrega la pequeña nube que anido en el pecho
en los delfines de la sangre que se apresan a la tierra
y en este paladar que saborea el sonido de la sombra

y si la noche murió con la luna atravesada en la garganta
por qué los cometas caminan nuestras cinco estaciones de marzo

 

¡Buen día! ¿Ocupado? Sí, en arreglar todo...