Nuez mascada

NUEZ MASCADA


Se espiga mi esperanza, la alimento de arena

y de estaciones yertas mientras llego al umbral

que abre todos los cierzos como un cuchillo en vena,

me oriento por miradas desde mi ventanal,


miradas que revuelan, y te hacen tan ajena

a mis párpados lívidos como si un vendaval

te llevase -tal vez- de todo lo que suena,

sueña, escucha, recuerda, nuestra voz fantasmal.


Hoy creo en los espejos, de nuevo creo en ellos,

aunque beba desierto, con forma de espejismo,

de sus ciertos reflejos, y en mis fríos resuellos


se congelen los ángeles, o caiga en el abismo

de desvestir muñecas y arrancar sus cabellos

a fin de cerciorarme de que nada es lo mismo.

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Gracias por tu presencia, estimado.
Y por tus impresiones acerca de estos versos, acertadas.
Me alegra saber que el mensaje llegó.
Y gracias por dejar profunda huella en este trabajo.
Saludos!