Nunca existí

He dejado el destino crucificado
en las pasadas vivencias
que no quisieron volver a encontrarse conmigo.

Y después de mucho engañarme
suponiendo ser tan feliz
me quedé en solo recuerdos de fotos viejas
encerradas en el álbum de este ayer.

No hay vivir.

Soy menos que los días de un calendario
y con las hojas muy deterioradas de escribir
mis canas torres
ya me encontraba muriendo
en base a las cifras
de mi existir apagado.

No existo.

Estos clavos de la angustiada desdicha
eran suficientemente dolorosos
como para soportarlos más tiempo
sin desear morir con prontitud.

Más
después de querer no existir
me sorprendió el hecho,
el simple y verídico hecho,
que me pasé la vida
ayudando a otros amores,
cuando en realidad
jamás tuve el mío.
Nunca existí.
​

 

De amor en amor pero sin uno propio , que gran final nos deja porque se destroza a uno el alma con ello , que gran pedazo de tristeza me deja.
Un gusto pasar por sus letras , nos vemos , saludos y estrellas.​