Nunca más

Aquel punto fue final,
ahora solo recuerdo sentido,
y pronto, olvido y pasado, destino acabado,

aquel cielo fue luz, inicio y milagro,
aquel sol, fue camino para el perdido,
aquella luna, calma para el fatigado,

aquel declive fue,
para el alma sensible, caos,
para el tiempo que gira, futuro,

aquel cielo fue desastre,

aquel sentimiento, de espíritu libre,
rueda como piedra en declive,
y se estrella con la desgracia,

aquel sentimiento, de amor puro,
se ennegrece a cada beso, hambriento,
cuando la pasión desgarra toda empatía,

cuando la avaricia nos tiñe de sangre,
cuando la apatía ensombrece
a la blancura más pulcra,
palidece,
a la silueta aún quebrada,
de perfecta diosa,
de excelencia mortal,

aquel dominio de la inmensidad,
de cruda aspereza,
le reza el viento condenado,
al rostro perdido de la vida,
queriendo sentir,
la risa de la brisa, del liviano placer,

pero aquella mueca de dolor,
aquel tumulto de cruento pesar,
de pesadez desmedida,
para la columna de la tierra,
para las cuencas heridas del curioso,
por desear otro presente,
entre futuros ya pactados,
entre pasados, quemados,
de los que brotan nuevos infiernos,

aquel horror, de hueso y ceniza,
dominará la tierra, entre últimos suspiros,
cuando nuestros pulmones callen,

cuando nuestros ojos, agotados,
pierdan toda percepción,

cuando esta luz, última,
de tanto iluminar, impotente,
nos ciegue, y todo sea oscuridad,

y la oscuridad, olvido,
y el olvido, vacío,
y el vacío, inexistencia,

no seremos culpa ni dolor,

nunca más.