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Nunca olvidaremos lo inolvidable

Tema en 'Poemas Generales' comenzado por Halloran, 13 de Marzo de 2009. Respuestas: 0 | Visitas: 548

  1. Halloran

    Halloran Poeta asiduo al portal

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    NUNCA OLVIDAREMOS LO INOLVIDABLE

    A Gabriel y su mujer Pilar,
    huérfanos de hijo
    y ejemplo de ciudadanos responsables.
    Mi agradecimiento por vuestro testimonio.
    Y el de tantos.

    A todos los ausentes.


    Nunca olvidaremos lo inolvidable.
    Nos negamos al silencio del olvido.
    Si callamos, hablarán las almas
    mudas de los que se han ido.

    La memoria nos duele, y no olvidamos.
    Recordamos los gritos, el ruido,
    las ambulancias, los lamentos, los quejidos,
    explosiones que acaban en gemidos,
    y el teléfono que suena y no se para
    y el "iba en el tren" que nos mataba
    hasta averiguar que estaba vivo.

    Podía haber sido yo, o tú, o el otro:
    fueron ellos porque son como nosotros,
    trabajadores, pueblo, ciudadanos,
    piel que acariciaron unas manos
    que no acarician esa piel ahora...
    ¡Cuántos labios huérfanos de besos
    aquel día de marzo a aquella hora!

    Yo beso y acaricio, fumo y vivo,
    me voy a trabajar cada mañana,
    desayuno un café, y en la oficina,
    lleno de contenido mi jornada.

    Soy ella y soy él, no soy distinto,
    soy cualquiera de los que no regresaron:
    polaco, español, ecuatoriano...
    humano siempre: sólo ser humano.

    Nunca olvidaremos lo inolvidable
    porque somos hijos, padres, esposas,
    porque lloramos y también reímos
    según como nos vaya en nuestras cosas.

    Somos ellos y con ellos nos morimos
    desde hace cinco años. ¡Cuánto tiempo!
    Una eternidad si te falta alguien querido,
    un segundo apenas cuando estás queriendo.

    Qué triste que ahoguen el recuerdo.
    Qué triste que no quieran recordar.
    Qué triste que no sepan recordar.
    Qué triste que no honren el recuerdo.

    La memoria no se borra en una farsa.
    La dignidad se tiene si se ejerce.
    La justicia, si se busca, se alcanza...

    A algunos les resulta complicado
    recordar sólo una vez al año:
    si tocan elecciones, hay apaño.
    Si no, como ya hemos votado
    el recordar se les hace extraño:
    prefieren el mirar hacia otro lado.

    Otros recuerdan cada día
    y cada día les vuelve la sal a las mejillas,
    y el dolor de la ausencia no se marcha
    y queda hoy y ayer, también mañana...
    y así será siempre.

    Pero esos no cuentan.

    Nunca olvidaremos lo inolvidable
    porque nosotros tampoco contamos,
    porque no somos gente respetable,
    porque no somos más que ciudadanos.

    No contamos para testas coronadas
    ni tampoco para jefes de gobierno.
    ¿Para la oposición? No: no contamos.
    No contamos ni nosotros ni el recuerdo.

    Contamos como impuestos, como voto,
    como ganado pagano de sus sueldos.
    No lo dicen, pero yo lo noto:
    no contamos ni nosotros ni el recuerdo.

    Contamos como masa en los discursos,
    como arma que llevar al Parlamento,
    pero al margen de estos y otros recursos,
    no contamos ni nosotros ni el recuerdo.

    ¿Tienen miedo? ¿De qué? ¿Por qué nos temen?
    ¿No será más que miedo, desprecio?
    Argumentos darán (ya han dado algunos)
    que explican poco más que su silencio.

    Miro al bosque y veo flores blancas
    y veo manos sin puños encrespados
    y veo, como siempre, ciudadanos
    que viven su dolor con entereza.
    Por eso, que no estén ya no me espanta,
    que no vengan si no quieren: nadie obliga.
    Sólo espero que tengan la certeza
    de que no son ellos los que están arriba.

    Están porque allí les hemos puesto
    tú y yo, humildes ciudadanos,
    que tenemos el poder en nuestras manos.

    Están porque así lo hemos querido
    tú y yo, simples trabajadores:
    no son ni mejor ni superiores.

    Nunca olvidaremos lo inolvidable
    porque ellos decidieron olvidarlo.
    Nosotros, el pueblo, al recordarlo,
    les damos una lección impagable:

    levantamos la voz y les decimos
    que no olvidamos que estamos vivos
    y no tenemos por qué, pues somos ellos:
    los que no dejó el tren en sus destinos.

    Nunca olvidaremos lo inolvidable.
    Nos negamos al silencio del olvido.
    Si callamos, hablarán las almas
    mudas de los que se han ido.​

    ____________________________
    El 11 de marzo de 2004 España sufrió el mayor atentado terrorista de su historia. 192 muertos y más de 1000 heridos y mutilados, gentes anónimas cuyo único delito era ir a trabajar, como tantos, en tren.

    El 11 de marzo de 2008 se conmemoraron los cuatro años del triste suceso con la presencia de los Reyes de España, el Presidente del Gobierno y el Presidente del principal partido de la oposición. Días antes, España celebraba elecciones generales.

    El 11 de marzo de 2009, cinco años después del atentado, ni la Corona, ni el Gobierno ni el Presidente del principal partido de la oposición encontraron tiempo, ganas o vergüenza para estar presentes en los actos que conmemoraban la tragedia. Las víctimas estuvieron solas en el Bosque de los Ausentes. El Partido Socialista Obrero Español boicoteó con argumentos de política regional la conmemoración preparada por el Gobierno Autonómico de Madrid. A otro de los actos organizados por los políticos locales, la principal asociación de víctimas del 11-M no fue invitada.

    Gracias por la lección que nos habéis dado, dirigentes.

    Asco.

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    #1
    Última modificación: 16 de Marzo de 2009

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