Nutriendo oraciones

Avalado por las nubes ​

que empapelan ​

el escarchado de la noche,​

me permito hacer ​

de la nostalgia una herramienta,​

cerrar los ojos y respirar ese aire tuyo.​

Mis manos moldeando el viento​

acumulando caricias ​

con la nítida añoranza ​

por tu rostro ausente.​

Mencionas frases sencillas que atesoro,​

de las que me aferro a fuerza,​

que sólo entiendo,​

cuando sublimado me siento.​

Labios mas tímidos que su dueña,​

tiritando expectantes los siento,​

cuando por fin puedo rozarlos ​

y hurtarles el aliento con algún beso.​

Con cierta insolencia, que justifico ​

por la irrazonable tentación ​

que produce su presencia. ​

Ser un tonto ​

no confundirme entre tus brazos,​

cuando tan solo ​

rozar tu hombro intento.​

Quizás tristeza algunas veces noto,​

ternura tímida refleja tu mirada​

cuando en ella me sumerjo.​

Y sin darme cuenta cautivo me siento.

Cierto, es cálido el instante ,​

es grato y no es volátil ​

aun así prolongo el parpadeo.​

Momentos en los que me gustaría​

vivir prendado en su pecho.​

Contemplando su alma de niña.​

Imaginarla mía.​

Arrullarla y libres de impuestos ​

derrochar besos sobre su rostro ​

y verla siempre sonreir.​

Se asoma el recuerdo:​

cuando la miraba tan distante ​

como un esclavo a su diva.​

Cuando efímeras eran mis ilusiones​

que anidaban en sus brazos.

Aunque hoy la osadía ​

me hace profano,​

aún la veo transitar ​

por la vereda de enfrente.​

Es alimentarse del pretérito ​

para nutrir las oraciones​

de estos instantes.
...​

Carlita gracias,
dedicado para Ud. con mucho cariño que intuyó como hacer distinto éste domingo.​

 

quizá son el último aliento
donde hay fe
hermosas y cálidas letras
muy entregadas entre sí,abrazos
Denn

 

Dennisse Gracias por pasar cálido análisis.
Saludos