NY, atractora de destrucción

Tu, destrucción.
Grotesca bestia de la igualdad entre los indefensos
haciendo revolver en su tumba a los héroes muertos de cada nación que va desapareciendo segundo a segundo con cada valla publicitaria de Adidas, Coca-cola y Samsung.
Tu, que conviertes la vida en adrenalina y conviertes a la adrenalina en trastorno limite de la personalidad.
Tu, que desgarras los gritos y los silencias con el humo de los último-modelo corriendo a la velocidad de la luz por autopistas de pago desiertas.
Tu, que engulles la personalidad. Tu que haces que las grandes ciudades sean lo que deseas: la maquina de montaje espacio-temporal que lentamente va comiéndose más librerías Canuda y va dejando paso a los Berska hasta que todas las ciudades sean un residuo de fabricación desechable. Donde solo el nombre distinga una ciudad de otra, porque los lugares, las tiendas, los trastornos mentales y las indiferencias serán las mismas.
Tu, que envenenas la comida, que eternizas la juventud y entierras la vejez. Tu, destrucción, que nos dices cuando, como y a quien amar. Somos tus ratas, nos observas y nos analizas, física, mental, anímica, espiritualmente y nos dices en que religión creer.
Neón. Neón. Neón. La voz sepultada.
Bienvenido seas al manicomio financiado por Master-Card.
El mundo será siempre tuyo. Lo que tu desees. Y no es tuyo por tu decreto. Es tuyo por nuestra empecinada compra.
NY. Tu que nos dictas el camino. El camino para que las grandes empresas vendan barato. Para que se coman al anciano comercio. Para hacer iguales a todas las ciudades. Un grito es un delito. Una pintada tapando la publicidad es delito. Vivir en el bosque es delito.
- O vives como te ordenamos o te encerramos.
El cuerdo aquí es el que hace caer postes publicitarios a hachazos al grito de árbol va. El que hace explotar televisores y aparatos de radiofrecuencia al son de 'In the Hall of the Mountain King'.
Cada noche de silencio es auto-boicot llenas de diablos que emergen de la suciedad.
Santo Santo Santo Santo Santo Santo Santo Santo Santo Santo Santo Santo Santo Santo Santo Santo Santo Santo Santo Santo Santo Santo Santo Santo Santo Santo Santo Santo Santo Santo Santo Santo Santo Santo Santo sea aquel que sobreviva a la noche en que las estrellas comen del suelo y enmudecen la nube tóxica y purpurea de Vandellos II. Hasta que no llueva, el cielo no parece nocturno. Y nos parecerá normal que tenga que llover para que sea oscuro por la noche.
El asfalto pudre la mente de los que están por llegar.

 

Ciudad multicolor desde donde se manejan para el mundo todos los engranajes que rigen y regirán al mundo. Gusto leerte. Te dejo mi link por si deseas comentarme: http://www.mundopoesia.com/foros/showthread.php?t=504489