Octava irreal

OCTAVA IRREAL


Veo los egos, parecieran cuervos,

picos de acero y garras sin ingenio,

palabras quebrantándome los verbos

y en el alma, deshielos del proscenio;

¿Acaso ingenuidades mis acervos?.

Los quiero como a ti, sutil pergenio

nunca esquina de vago paraíso,

ni vanidad herida, cuando quiso...


eduardocarpio

19 de junio de 2012

​

Y leyendo –siempre– a Cernuda, vine a dar con esto y lo demás. Y lo digo porque con certeza siento la escasez de casi todo de lo que no presumo. Escribe:

¿Quién dice que se olvida?. No hay olvido.​

Mira a través de esta pared de hielo
ir esa sombra hacia la lejanía
sin el nimbo radiante del deseo.

​

 

Hay muchas reflexiones en tu versar amigo poeta
siempre nos dejas algo grato digno de admirar
Siempre contigo se aprende


saludos afectuosos

 

Antonio
Leyendo, no diré donde, algunas críticas, no diré a quien, me dlolió esta octava sin apenas esfuerzo, pero sí enfadada. Gracias por verla y acercarle un comentario que sé sincero. Un abrazo
eduardocarpio

 

Mariluz
Confluyeron los versos de Cernuda con críticas tan injustas y despiadadas, como las garras de esas aves pagadas de sí mismas, sólo preocupadas de su alimento y su teatro... No diré donde, ni a quien, ni tan siquiera la causa, sólo que brotaron esta vez veloces, quizá algo amargadas,¡qué menos!. Te agradezco tu elogioso comentario. Un beso
eduardocarpio

 

Cuán difícil es, amigo Eduardo, en este espacio virtual, mantener y sostener la humanidad de nuestros diálogos. Tú eres sin duda maestro en ello, por sensibilidad extremada, pero sospecho que hay muchos que olvidan que detrás de los teclados hay personas, hay dolores...
No tengo idea de a qué circunstancia te refieres, pero yo podría proveer mis propios ejemplos...

un abrazo
jorge

 

Eduardo
Esta el poeta en su derecho
de expresar con sus versos lo que siente
siempre con altura, como lo haces tú.
Te felicito por esta octava, que sin alarde me ha parecido hermosa
en su trabajo y muy sentida en su contenido
Estrellas y un abrazo
Ana

 

Jorge
Y que lo digas. Ingenuidad, candor y otras menudencias me permiten un puesto privilegiado para entender aspectos que de otro modo difícilmente podría. Claro que no impiden que muchas veces me arrolle el rebaño aunque sea de ovejas. Pero por nada cambiaría esta biología que me viste sin ser piel de cordero, ni zarpa del lobo (si es que los lobos tienen zarpas o garras), y que procura no olvidar que - aun sabiendo que no existe- es el destino más triste. Un abrazo
eduardaocarpio

 

Ana
Serenas son tus palabras en estos versos y cercanas. Y siempre bienvenida, por la pausa reflexiva y sabia que alientas.
Un beso
eduardocarpio

 

Excelentes versos amigo, por cierto, a mi me parece del todo real. Un placer pasar por estas grandes letras.
Saludos y estrellas todas.

 

azulalfilrojo
A veces tras la lectura de algunos, pocos, muy pocos poetas -aunque la lista es interminable-me quedan ideas revoloteando. Y reposados, si me cruza el cielo alguna cuenta pendiente, surgen versos de los que me siento especialmente complacido. Estos son de tal naturaleza y tu elogioso comentario me supone una doble alegría. Gracias amigo. Saludos cordiales
eduardocarpio

 

Muy buena tu décima, estimado Tocayo,
movida tal vez por algún descontento,
pero nunca dejando de lado la calidad.
Un saludo cordial,
Eduardo

 

Eduardo
Si aprovecho mis descontentos -minúsculas importancias de patios de vecindad- es por mi creencia en que soy capaz de que lo escrito sea materia y lenguaje de una mínimia trascendencia y si así no fuera, lo borraría de inmediato. La escritura del ombligo y de lo cercano, es decir lo propio como universo exclusivo, ni es poesía, mi me interesa. Que hayas visto calidad en esta décima, sí me parece importante y me agrada tanto, como ese afán que antes te comentaba. No traicionarse a uno mismo es crucial y si son voces ajenasy maestras las que lo acreditan, estás en la buena senda. Un abrazo
eduardocarpio