Octubre

El “Ángelus”suena en el reloj,

se asoma el frió a la calle.

Alternan las sombras con el sol

y cambia la luz hora tras hora.

El silencio entra casi a la vez que el ruido,

pero hay sosiego.

Se impregna la atmósfera de otoño,

el brasero se enreda en mis piernas

reduciendo el tiempo,

haciéndolo suave y voluble

mientras que mis libros avanzan por la mesa

como si se tratara de una batalla romana.

El bolígrafo corre por el papel

como un mensajero

agotando su tinta en la hazaña,

coloreando de un azul intenso

el mapa blanco del cuaderno

plasmando mi pensamiento

en pequeños garabatos.

Las ollas saltan furiosas en el fuego

avisándome con su distinto olor

de que sus vientres

están en el punto que yo las quiero.

Cierro el cuaderno

y acudo a otra batalla,

la de los guisos y el fregaplatos

que siempre se atasca

cuando el quiere y yo no quiero.

 

Ese ritmo sereno que marca el otoño. esos espacios donde
lo cotidiano deja un baño de aliento pleno de esa
parcela donde las formas sencillas son materia
para sentir en intimo. felicidades. bellissimo.
saludos amables de luzyabsenta

 

Un pacer tus letras, como siempre
Un abrazo
Maria

 

Gracias Maria por la amabilidad de tu respuesta.
seguire leyendo tus atrayentes obras.
saludos de luzyabsenta

 

Un placer ,Paco recibir tus letras alagueñas.
Un abrazo
Maria

 

Son una gozada tus comentarios hacia mis letras
Maria