Oda a la noche

Inmersa en luces de otoño,
bailarina de serenatas alumbrantes,
fría y desafiante como un cuervo,
hambriento de ti, ¡Oh noche!

Que en ti duermo y postulo sueños,
que en ti y sobre ti avasallo la
llegada más hermosa y menguante
de la humanidad, ¡Oh noche!
Déjame seguir para contigo desistir
el encanto virginal de sus piernas de seda.

¡Noche que instalas el vuelo de males!
¡Noche que arropas dos cuerpos hasta sus lechos!
¡Noche que contigo nace y yace extenuado
el baldío canto de los roces juveniles!
He vivido noches como estas, ¡Miserables!
Adorables menesteres de mis letras sin roces.

Letras; teología en cual, difuso, nace Dios.
Metafísica y existencialismos, ¡Todos!
Nacen contigo, noche, damisela enamorada
golpeadora de inocentes. Tus silbidos,
melodías: desnudas como oscuras cuán grado
de calor nos induce a beber del nácar
salado de tus destierros, ¡de tus batallas!

Porque amas, no te cansas de amar,
de abrazar los barcos en los puertos,
no te cansas, de matar inocentes,
de excitar la huida de romances diurnos.
Y te amamos, noche, los mendigos y burócratas,
las doncellas y plebeyas, todos.
Porque siempre serás fiel a tu encantado nuevo día.

 

Un poema de gran ritmo, balance y fuerza. La utilización de anáforas y los tonos exclamativos es muy acertada en mi humilde opinión. Demuestras una madurez en el trato del verso "beyond your years". Os dejo mi admiración y aplauso nobel poeta.

 

BELLISIMO, muy buenas metaforas, saludos y estrellitas.

 

Gracias, Raúl. Por la buena apreciación y el apoyo.

Un abrazo,
Nicolás Bera.

 

Gracias, Sol. Ciertamente me ha sido un placer laborar entre tantos designios provenientes de la noche: una parte tosca de ella, pero no insignificante.

Un abrazo,
Nicolás Bera.