Oda a un vino ribereño

Reflexión.

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¡Ay! mi buen ribereño,
¡cómo has acabado!
tu pasado se ha malogrado,
el exceso de éxito,
te hizo ser arrogante;
todo vendido,
de años atrás,
¡te supervaloraste!​

Mala fusión con arribistas,
que no entienden,
de buen vino;
que sólo cosechan,
clones por ser,
de baja calidad:
ansían producción,
más que eficacia.​

¿Resultado? Stocks,
ya no encuentran salida,
ofertas a la baja;
concurso de acreedores,
enfermedad mortal,
¿Quiénes se están salvando?
los que elaboran bien,
cuidando integridad.​

El vino de origen,
no se debe adulterar,
pues ya se ve,
lo que puede pasar;
las cepas ribereñas,
de buena crianza,
dan el mejor vino,
sin ser adivino.​

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Referencia.
https://www.google.es/webhp?tab=ww&ei=JpnlVNHoMcSzUY-chPAI&ved=0CA0Q1S4#q=http://www.vozpopuli.com/economia-y-finanzas/empresas/Competencias-Lidl-Supermercados-lidl-vinos-bodegas-venta_a_perdida_0_744225630.HTML

 

Estimado poeta:

Comparto totalmente tu maestría por el dulce versar y el deguste por una buena uva macerada hecha licor.

Saludos cordiales