Oda a Vargas llosa.-

ODA A VARGAS LLOSA
------------------------------------------------------------------------------------------

Como vigía,
Los Andes
Custodiaron tu cuna
Blanca cuna
De blancos edificios
Alumbrados por tres teas de piedra
Piedra altiva y lejana
Dura y desconocida
Piedra virgen de palomas
Y codornices
Piedra helada y gris de esas teas
Teas que cruza sin quemar sus plumas
El cóndor,
Feo pajarraco
Sempiterno despreocupado de las alturas
Y de aspavientos reales
Pues sus carísimas plumas
Le auguran siempre
Buenaventura
Por lo cual
Vuela desenfadado, así, tan alto
Inspirando esa música mágica
Y universal
Y para esconder también
Su cara intelectual
De variados colores rojos
Titilantes como jalea de estrellas
A punto de quebrarse o estallar
En esquirlas veloces y feroces
De siglos sin nombre
Para ocultar
Su rostro rapaz
De los bellos ojos
De las ventanas arequipeñas
Tu alba cuna, Mario,
Inalcanzable cuna
Para las letras mapuches
Para la prosa sureña
Que por venganza
Te trituró con versos
Solo versos
Muchos versos
Tu estampa
De Señorío Virreinal
Que aún subsiste en tu cepa
De antigua madre
Del que venció solo al Picunche
Y al Diaguita
Al Coya y a las piedras
De los ríos corrientosos
De estos valles perdidos
Del bullicio del mundo
Mario, señor nuestro
Amigo resquemoroso
Y amante silencioso
De nuestros vinos
Y mujeres
De nuestros lagos
Y empanadas
Mario amigo nuestro
Compadre de nuestras mesas
Que desde hace un tiempo ya
Queremos compartir contigo
Y departir como camaradas
Mario amigo
Mario escritor
Mario americano y americanista
Mario crítico como todos
Del mal vivir que se enquista
Que como lapa se pega
Y conquista
Mario
Laureado insigne del sol
Y Machu Picchu
Y del ceviche
Y la marinera
Y del valsecito sin igual
Sin parangón
Y sin fronteras
Mario de todas las sangres
Desde Lurigancho
A Villa el Salvador
Mario del corazón
De todos los poetas
Y de los que escriben
Esta historia
De amor odiado
Y de odio amado
De banderas mal vencidas
O mal vendidas
Mal gastadas o reprimidas
Y de banderines rotos y quemados
Escupidos y adorados
Mario de carnavales hídricos
Y de octubres morados
Mario bien nacido
Y bien establecido
Ahí, en la pelvis de América
Con parentela y cercanía
Al Inca, arquitecto
Del imperio americano
De memoria imperecedera
Ignorante del sauce
Del trigo y del caballo
Mario del Inca
Del emperador extenso y antiguo
Del albañil excelso
De aquellas piedras perfectas
Talladas con genial maestría
Que los incapaces
No han podido igualar
Por lo cual
Escondieron la maravilla
Cerca de los ángeles
Custodios eternos
De los bienes eternos y sublimes
Como lo son tus letras
Y los versos éstos cercanos
Mistralianos y Nerudianos
Y tantos otros.
Cultivados por penas infinitas
En estas tierras calurosas y resecas
Templadas, lluviosas y heladas
Que te miran admirados
Desde aquí,
Al sur del mundo
En el confín de la tierra.

******​